La diputada de la Coalición Cínica busca capitalizar en términos políticos la manifestación realizada el jueves pasado en los centros urbanos. Mística y antipolítica; Lilita al cien por ciento.
Elisa Carrió sufrió en octubre de 2011 su revés político más fuerte, quedó última en las elecciones presidenciales y fue superada por el Frente de Izquierda.
En aquella ocasión, aseguró que se retiraría de la escena política ya que el pueblo le había dado la espalda y ya no representaba a sectores amplios de la sociedad.
Sin embargo, la idea le duró apenas unos meses y se convirtió en una visitante ilustre del programa de Mariano Grondona.
Desde allí lanzó sus profecías apocalípticas y le atribuyó la marcha del jueves a Dios y a lo espiritual que "empuja el alma colectiva".
Además, aseguró que "este gobierno lucha por destruir a la clase media" y remarcó: "para dominarnos".
La impresentable habló además de "resistencia al fascismo" y aseguró que la movilización se trató de una "marcha por la libertad".
¿Qué decir a esta altura de Lilita Carrió? Pobre mujer. Es inimputable.
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