martes, 18 de septiembre de 2012

El poder de Clarín y la construcción del miedo

Victor Hugo Morales, analizó el rol de Clarín y los medios hegemónicos para construir una figura negativa de Cristina e incentivar el descontento hacia su figura. De fondo está la puja contra la aplicación definitiva de la Ley de Servicios de Comunición Audiovisual el próximo 7 de diciembre.
 
Victor Hugo Morales habló del rol decisivo que jugó Héctor Magnetto, el CEO de Clarín, en la composición negativa de la figura de La Jefa de Estado y la generación del cacerolazo.
 
El periodista analiza que lo que desencadenó la embestida mediática contra la figura de la Presidenta, tiene que ver con el recordatorio de que hizo Cristina Fernández de la fecha límite que se estableció para la aplicación definitiva de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. “Cuando la presidenta dice lo que va a suceder el 7 de diciembre, eso los vuelve loco a Magnetto y sus esbirros”, comentó el periodista.
 
En este sentido, Victor Hugo plantea como un error de parte del Gobierno poner en sobreaviso al monopolio mediático de lo que sucederá a fin de año. “El Gobierno no debe perder de vista que esta gente tiene más poder”, recordó.
 
“Imaginemos que si logró que 4 millones de personas vean videos en contra de mi persona, lo que puede lograr hacer para que la marcha parezca convocada por las redes sociales”, explica Victor Hugo en relación al cacerolazo del jueves 13.
 
La frase que descontextualizaron los medios de Cristina Fernandez fue “hay que tenerle temor a Dios y a mí un poquito”. CFK hacía mención a sus propios funcionarios y no al pueblo argentino. El juego de edición que se realizó tuvo el objetivo de tergiversar la realidad para generar descontento social que aliente el desarrollo de movilizaciones como las que vimos en el cacerolazo del jueves.
 
La capacidad de manipular que tienen los monopolios mediáticos con sus mensajes según VHM, lograron que hasta el dirigente del FAP Hermes Binner, cayera en el juego discursivo que propone el Grupo Clarín y los empresarios aliados.
 
Para refutar la idea de que se viven tiempos donde el miedo condiciona la posibilidad de expresarse, alcanza con ver las tapas de los últimos tiempos de la revista Noticias en la que la figura de Cristina Fernandez es descalificada sin pruritos.
 
Seguirán las ratas diciendo que Víctor Hugo está comprado. Se cuidarán, prolija y puntillosamente, de recordar que él viene denunciando el accionar de Clarín desde hace 20 años, cuando el kirchnerismo estaba lejos de existir.
 
Y lo suponen comprado, porque muchas de esas ratas sí fueron compradas y la rata mayor intentó comprarlo más de una vez.

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