En la provincia sostienen que ese sector de la policía fue el encargado del seguimiento de la presidenta que habría sido impulsado por Peralta. El pasado de Lasagno en la SIDE.
El ex Departamento de Informaciones Policiales (DIP) de la provincia de Santa Cruz, que había sido oficialmente disuelto en marzo pasado tras los reclamos de distintos sectores sindicales, continúa funcionando y habría sido el sector de la policía provincial que mantuvo una "presencia informal" en las cercanías de la residencia de la presidenta Cristina Fernández en Río Gallegos, por fuera del anillo de seguridad que ocupan la custodia presidencial y la Gendarmería nacional.Así lo revelaron fuentes de la provincia que recordaron que el gobernador Daniel Peralta había anunciado el primero de marzo pasado durante la inauguración de las sesiones ordinarias de la Legislatura santacruceña, la disolución del DIP, luego de que distintos dirigentes gremiales reclamaran el fin del espionaje de ese sector de la policía provincial en movilizaciones políticas, conflictos sociales y sindicales.
Las fuentes agregaron que los ex integrantes del Departamento de Informaciones Policiales, se estima que habrían intervenido al menos 20 efectivos, mantuvieron las actividades que habitualmente llevan adelante en cada visita presidencial.
Sin embargo, revelaron que este fin de semana en particular habría existido una especial inquietud del gobernador Peralta, reflejada a través del ex jefe de Policía provincial y ex secretario de Seguridad Alejandro Martín; para que los efectivos presten especial atención sobre las visitas y reuniones que pudiera mantener la presidenta en Río Gallegos por fuera de la actividad protocolar.
En el kirchnerismo santacruceño sostienen que la inquietud del mandatario tendría motivación en la delicada situación por la que atraviesa su gestión al frente de la provincia. Según las fuentes, Peralta desconfía sobre posibles operaciones que puedan organizarse en su contra.
Quienes conocen la interna de la policía santacruceña afirman que la fuerza tiene por estas horas una conducción bifronte. Por un lado la formal, que encarna el jefe de la fuerza, Jorge Hassan, y por el otro la del ex jefe y ex secretario de Seguridad, el comisario retirado Alejandro Martín, quien habría sido el encargado de transmitir a los agentes del ex DIP la preocupación del mandatario para conocer los movimientos presidenciales.
Peralta confirmó lo que desde hace tiempo sospechábamos de él: es un pelotudo.
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