UNA DE LAS FUNDADORAS DE ABUELAS DE PLAZA DE MAYO QUE EL JUEVES RECUPERÓ A SU NIETO, EL NÚMERO 118, ASEGURÓ AYER NO PODER "QUEJARSE DE LA VIDA", LUEGO DE RECIBIR LA NOTICIA DEL HALLAZGO DE MARTÍN, HIJO DE JORGE OSCAR OGANDO Y DE STELLA MARIS MONTESANO, QUE AÚN SE ENCUENTRAN DESAPARECIDOS.

En declaraciones radiales, la abuela que es una de las doce primeras madres-abuelas que inició en 1977 la tarea que hoy permitió la restitución de 118 nietos, recordó a la hermana de Martín, Virginia, que a los tres años quedó al cuidado de Delia y que desde los 18 años dedicó su vida a buscar a su hermano, y que en 2011 se quitó la vida.
"Siento que la mano de ella me guía permanentemente y ahora estoy feliz, porque cumplí con la promesa que hice el 16 de octubre hace 39 años de buscar a Martín mientras viva. Cumplí con él y con mi nieta", sostuvo Delia al recordar a Virginia.
La Abuela de Plaza de Mayo admitió haber quedado "sorprendida" porque en su diálogo con Martín le preguntaba sobre su vida. "Me preguntó con quién vivía y le dije que estaba sola, esperándolo, aunque no estoy sola de afectos", señaló Delia que continuará en la lucha por encontrar los cuerpos de su hija y de su yerno secuestrados en la ciudad de La Plata en octubre de 1976.
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