El Gobierno volverá a formular esta semana ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas su planteo de soberanía sobre las Islas Malvinas, en un marco particular ya que este año se cumple el 50 aniversario de la primera resolución del organismo que reconoció la disputa e instó a la Argentina y el Reino Unido a encontrar una "solución pacífica" al conflicto.
El canciller Héctor Timerman y el secretario de Asuntos Relativos a las Malvinas, Daniel Filmus, tienen cita este jueves 25 en Nueva York para volver a reclamar una "solución pacífica, justa y duradera" respecto a Malvinas.
La postura argentina viene de recibir esta semana el apoyo de toda la región en la Organización de los Estados Americanos (OEA) que aprobó por unanimidad una declaración sobre la cuestión.
El marco de la presentación argentina ante el comité de descolonización de la ONU adquiere este año un relieve particular al cumplirse -en diciembre- los 50 años de la primera resolución de ese organismo.
Fue el 16 de diciembre de 1965, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, por mayoría y sin ningún voto negativo, la resolución 2065, a través de la cual reconoció "formal y expresamente" la existencia de la disputa de soberanía entre Argentina y el Reino Unido, e instó a estas dos únicas partes a encontrar una "solución pacífica, a la mayor brevedad, a través de negociaciones bilaterales y teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las islas".
La resolución 2065 se aprobó bajo la presidencia de Arturo Illia y su canciller Miguel Ángel Zavala Ortiz, quienes en enero de 1966 recibieron en Argentina al secretario de Asuntos Extranjeros británico, Michael Stewart, con quien se coincidió en la necesidad de "proseguir sin demoras las negociaciones bilaterales".
En 1971 se llegó a un acuerdo, con una fórmula que salvaguardaba las posiciones de cada parte en las áreas de soberanía, para cooperar en materia de servicios aéreos y marítimos regulares, y en comunicaciones postales, telegráficas y telefónicas.
Las negociaciones recorrieron -oficial y oficiosamente- distintas fórmulas de solución pero, a pesar de ello, el Reino Unido simultáneamente realizaba acciones relacionadas con la exploración de los recursos naturales del área en disputa.
Es por ello que en diciembre de 1976, la asamblea general de la ONU adoptó una nueva resolución -número 31/49- que exhortó a las dos partes en disputa a que "se abstengan de adoptar decisiones que entrañen modificaciones unilaterales en la situación", resolución que sigue siendo desoída por el Reino Unido.
El gobierno argentino viene denunciando que su par británico persiste en el desarrollo de actividades de exploración y explotación de recursos naturales, así como de carácter militar en el territorio de las islas en disputa.
El conflicto armado de 1982 no alteró la naturaleza de la controversia de soberanía entre Argentina y el Reino Unido, que continuó pendiente de negociación y de solución, lo que fue reconocido por la asamblea general de la ONU ese mismo año.
Desde 1989, la cuestión Malvinas está radicada en el comité especial de Descolonización, que aprueba anualmente una resolución en términos semejantes a la asamblea general del organismo.
Tras la guerra, entre octubre de 1989 y febrero de 1990, se reanudaron las relaciones consulares y diplomáticas, luego de llegar a un entendimiento sobre las condiciones en las que ambos países considerarían la disputa de soberanía.
Con las declaraciones conjuntas de Madrid de 1989 y 1990 se adopta la fórmula de reserva o salvaguarda de soberanía, lo cual constituye un reconocimiento por parte de ambos países sobre la existencia y el contenido de la controversia.
Sin embargo, el gobierno argentino denuncia sistemáticamente que la cuestión de la soberanía -tema central de la disputa- no ha podido aún ser abordada por la negativa del gobierno británico a reanudar las negociaciones sobre esta materia.
En los últimos años, el reclamo argentino ha recibido el apoyo de diversos foros regionales y multilaterales, con lo cual la controversia se consolidó como una causa de todos los países de la región.
El Mercosur, la Unasur, el Alba, la Celac, la Cumbre de América Latina y el Caribe de Integración y Desarrollo (Calc), el Grupo de Río y los 54 países de África, en el marco de la Cumbre América del Sur-África respaldaron los derechos de soberanía de la Argentina.
En tanto, la OEA, las cumbres de Países Sudamericanos y Países Árabes (Aspa), la Cumbre Iberoamericana, la Comunidad del Caribe, la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur y el Grupo de los 77 más China han instado a ambos países a reanudar las negociaciones.
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