El presidente del organismo, Roberto Salvarezza, afirmó que "si en 2009 nuestra producción nos colocaba en el puesto 151 y hoy lo hace en el 79, es porque hemos logrado conservar la producción científica del Conicet pero también, ser capaces de hacer aplicable el conocimiento".

Se trata del ranking elaborado por el Grupo Scimago a partir de una serie de indicadores bibliométricos que permiten clasificar el desarrollo de instituciones de investigación del mundo.
El presidente del Conicet enfatizó que se han incrementado "las veces que el organismo resulta mencionado en las patentes, lo que indica que nuestro conocimiento puede ser transferido".
"Buena ciencia básica, y utilizable: los dos indicadores marcan evoluciones positivas en una institución a la que el Estado le ha brindado todo el apoyo que no tenía desde hacía décadas", celebró.
Salvarezza planteó que la tendencia al ascenso en la producción científica "refleja el crecimiento que ha tenido el organismo, dado por una política del Estado nacional de redefinir el rol de la ciencia y la tecnología en el país, que no tenía cabida en la década del '90, cuando Argentina era orientada a los servicios financieros y la economía primaria".
El nuevo enfoque político postuló que "el país tenía que estar construido como modelo tecnológico productivo, en el que la ciencia y la técnica tenían un rol clave, y el Conicet pasó de 300 a 8.400 becarios, y de 100 a 235 institutos distribuidos desde el norte a Tierra del Fuego".
Salvarezza consideró que el "otro indicador interesante es en la categoría pool de talento científico, elaborado en base al número de autores de una institución en el total de publicaciones, en el que el organismo figura en el puesto 71".

"En ciencias básicas, el parámetro más importante es artículos publicados, y ese conocimiento cierra el circuito con la innovación y tecnología, que el organismo cumple en todos los aspectos", ya que en impacto tecnológico pasó del lugar 869 en 2009, al actual puesto 364.
El ente científico nacional ocupa el tercer puesto en Iberoamérica -luego del Consejo Superior de Investigaciones de España y la brasileña Universidad de San Pablo-, el segundo en Latinoamérica y
el primero en Argentina. En Sudamérica, Argentina logra los mejores números en relación a la cantidad de habitantes del país. "Lo importante es que no es un ranking limitado sino que contempla todo el espectro de los máximos institutos de ciencia en el mundo", reivindicó Salvarezza.
Para cada edición del ranking, Scimago toma en cuenta los datos de publicaciones científicas de los últimos cinco años desde la base de datos de Scopus, de la editorial Elsevier, que es de uso para consulta de artículos de los investigadores.
El Conicet "es una comunidad muy activa y debe vincularse con las demandas del Estado, por ejemplo, en YPF para ser capaz de extraer petróleo y gas de reservorios no convencionales".
Con ese tipo de horizonte, "pudimos armar Y-Tec (YPF Tecnología, en asociación del Conicet y la empresa petrolera nacional) con los geólogos, los físicos, los ingenieros y la capacidad instalada que teníamos, porque para cualquier demanda inmediata, si no existen recursos humanos, lleva seis años formar profesionales o hay que buscarlos en el exterior", concluyó.
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