Baños rotos, ventanas sin vidrios, habitaciones sin calefacción y achique de servicios son la contracara de las partidas millonarias asignadas y subejecutadas año tras año. "Están vaciando el hospital", denuncian los médicos.

El edifio del Neuropsiquiátrico está conformado por dos "H", una externa y otra interna. Los dos laterales de la "H" externa están sin gas, situación que sufren más de 200 pacientes. Se trata de un problema que viene de lejos, como dieron cuenta, en diciembre del año pasado, la Comisión Especial de Seguimiento y Evaluación para el cumplimiento de la ley de Salud Mental y, en 2011, la Defensoría de la Ciudad.
En los días fríos que están por venir, la ausencia de calefacción y de vidrios en las ventanas se transforma en un cóctel explosivo. Las palomas vuelan por pasillos sucios, a centímetros de techos descascarados. En los pisos, vidrios rotos. Más allá, sectores tapiados, puertas cerradas con candados. Y, también, espacios vacíos, sin uso.

Los médicos temen que esta situación, presentada como "provisoria", sea constante. Les sobran motivos. En 2010, por caso, se cerró el servicio 14-22, que atiende a adictos. Una orden judicial logró revertirlo, pero fue reabierto con menos camas.
"Están vaciando el hospital", se lamentó un profesional de la institución que prefirió el anonimato por temor a represalias. Razón no le falta si al abandono edilicio se le suma la situación de los médicos de planta. “Año a año se va reduciendo la planta permanente: no renuevan las partidas de los médicos que se van jubilando", agregó la misma fuente.

Virgina Menéndez, que asesora a la legisladora Gabriela Alegre (FPV), explicó: "Para infraestructura en salud mental siempre se prevén inversiones, destinadas a refuncionalizaciones integrales y reparaciones esenciales. Pero lo que suele suceder es que finalmente no se ejecutan las partidas. La misma partida, por idéntico o menor monto, vuelve a colocarse en el plan de inversiones del año siguiente. Mientras tanto, el deterioro avanza". En 2013, el Borda tiene destinados $ 200.942.027.
Acaso la más gráfica metáfora del interés que el gobierno porteño dispensa al hospital sea el Taller Protegido 19, donde los pacientes desarrollaban tareas de sociabilización: fue derrumbado el 26 de abril, mientras la Polizía Metropolinazi ejecutaba una feroz represión contra enfermeros, pacientes y médicos. Del taller apenas quedaron hierros retorcidos.

Alicia Pierini, defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, le solicitó a la justicia que "a fin de evitar los graves daños a la salud y al medio ambiente, ordene al gobierno de la Ciudad la remoción, manipulación, almacenamiento, tratamiento, transporte y disposición final de los residuos peligrosos" del lugar.
El taller interno estaba ubicado en el parque de la institución, un gran espacio verde creado con fines terapéuticos. Y que fue derribado para avanzar en la construcción del Centro Cívico, un proyecto que contempla el traslado allí de las oficinas gubernamentales porteñas y que "tomaría" dos hectáreas del nosocomio. ¿El motivo? Revaluar el sur de la Ciudad y explotar el gran negocio inmobiliario que generará el cambio.
También fue derrumbado un pabellón lindante al Centro Cultural. Según los médicos, allí se haría una cancha de fútbol que remplazaría a la que está cerca del taller derribado, y que el gobierno porteño incluyó en la megaobra del Centro Cívico.
Hay dos clases de locos. Los locos propiamente dichos y los locos hijos de puta. Algunos de los primeros, están en el Borda. La mayoría de los segundos, están en el PRO.
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