Lo informó el presidente de la empresa nacional Arsat, Matías Bianchi. Así se suspende el contacto con otras antenas ubicadas en distintos países y usadas para alcanzar su órbita a 36.000 kilómetros de la Tierra.

La puesta en órbita se hizo en cinco maniobras desde las diferentes antenas -entre las que también estuvo la de ARSAT en Benavídez-, que recibían datos y enviaban órdenes a una antena independiente del satélite, distinta a las que se habilitarán para el servicio.
Esta operación se hizo con el satélite orbitando en torno a la Tierra hasta llegar al punto de órbita geoestacionaria, en un punto fijo a la par del planeta, que conservará durante su vida útil.
En ese sentido Bianchi señaló que el satélite “desplegará mañana (por hoy) las antenas principales y los paneles solares, y que en breve comenzarán los testeos de su carga útil, con las primeras transmisiones televisivas, de telefonía IP, tráfico de datos y otros usos que forman parte de sus futuros servicios”.

La operación es realizada en conjunto por expertos de ARSAT, acompañados por el equipo de la empresa estatal Invap, que fabricó el satélite íntegramente en Bariloche, quienes trabajan juntos desde que el aparato fue trasladado de Bariloche a Guayana Francesa para su lanzamiento.
“Estamos muy conformes porque todo marcha como fue planeado. Cada paso es importante, lo hacemos por primera vez en la historia, y es un paso trascendente hacia el comienzo de la prestación del satélite”, señaló el directivo.
Bianchi destacó además que el hito de ayer coincide con el cuarto aniversario de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, quien hace más de ocho años puso en marcha el proyecto de satélites de comunicaciones argentinos para defender las posiciones orbitales que el país estuvo a punto de perder.
“La emotividad está presente siempre, en especial en el recuerdo de Néstor, y con el desarrollo del proceso encabezado por la presidenta Cristina. Hoy se cumplen cuatro años de su partida y el 17 de octubre, en otra fecha emblemática, amanecíamos con la noticia de que el satélite había llegado bien a los 36.000 kilómetros y comenzaban las maniobras de puesta en órbita”, expresó.

El diseño de la huella del Arsat-1, que concentra su potencia máxima sobre el territorio nacional (incluyendo las bases antárticas e Islas Malvinas) permitirá brindar conectividad de igual calidad a todas las regiones del país, lo que lo enmarca en las políticas públicas para reducir la brecha digital.
Arsat, la empresa estatal creada en 2006 para desarrollar ese sistema, actualmente está a cargo de otros importantes proyectos de telecomunicaciones. El 98 por ciento de sus acciones pertenece al Ministerio de Planificación, Inversión Pública y Servicios, y el 2 por ciento restante al de Economía y Finanzas Públicas.
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