DEJANDO DE LADO LA MESA DE DIÁLOGO QUE SE HABÍA ABIERTO ENTRE CONCEJALES Y TRABAJADORES, EL INTERVENTOR DE FANAZUL, LUIS RIVA, CONFIRMÓ QUE SU DECISIÓN YA ESTABA TOMADA Y QUE LA PLANTA DE FABRICACIONES MILITARES NO VOLVERÁ A ABRIR SUS PUERTAS. LO HIZO A TRAVÉS DE UNA CARTA ENVIADA AL CONSEJO DELIBERANTE DE AZUL.

El interventor justificó el cese de actividades de la fábrica al señalar que su responsabilidad es "velar por el conjunto de la empresa", que dispone de instalaciones en distintos puntos del país.
El 5 de enero el intendente de Azul, Hernán Bertellys, concejales y trabajadores, se habían reunido con Riva con la esperanza de recuperar las fuentes de trabajo perdidas pero ayer el interventor echó por tierra cualquier posibilidad de reactivación de la fábrica y dio fin al conflicto de manera unilateral.
"Queda clara la situación de la planta Azul cuyo último día de producción fue el 28 de diciembre de 2017. A partir de esa fecha sólo se están haciendo tareas de mantenimiento y seguridad", aseguró Riva en el escrito.

“Fabricaciones Militares verá las formas de poner a disposición activos que tiene en la zona, para generar proyectos en los que, dirigidos por sectores privados o públicos, con inversores interesados en los mismo, pueda participar con aportes de activos que pueden ser utilizados para concretarlos", manifestó en la carta que publicó el diario local El Tiempo.
En consonancia y a pesar del padecimiento de los trabajadores cesanteados, el hijo de puta ponderó que "la situación que afecta hoy a la sociedad de Azul es parte de ese proceso que sin duda será beneficioso para el país en su conjunto". Luego, aclaró que para ellos es un “motivo de preocupación la pérdida de numerosos empleo”.
“Por ello hemos accedido a participar de una mesa de diálogo para colaborar con la sociedad azuleña en la búsqueda de formas de facilitar la generación de trabajo genuino en la región", señaló Riva, quien ya dejó en claro que no sería en la planta de Fabricaciones Militares.
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