LAS NUEVAS ESTIMACIONES DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO PARA EL PERÍODO 2005-2015 Y LOS DATOS DEL PBI EN EL PRIMER TRIMESTRE DE 2016 DIFUNDIDAS EL MIÉRCOLES POR EL INDEC GENERARON POLÉMICA.

“Las estimaciones que presentó el INDEC para el primer trimestre de 2016 no son consistentes, considerando el impacto de las políticas implementadas por el gobierno. Es muy llamativo que en el primer trimestre de 2016 se registre un crecimiento interanual de 2,7 por ciento del consumo público y 1,1 por ciento del consumo privado”, advirtió Mariano Kestelboim, integrante de Economía Política para la Argentina (Eppa). “Sólo si consideramos el impacto de la devaluación sobre los precios y la pérdida de poder adquisitivo, era lógico que el consumo privado cayera. En el gasto público el presupuesto estuvo muy subejecutado. Por eso es sorprendente que haya aumentado. No son consistentes los datos del primer trimestre”, consideró el docente de la UBA al advertir que “de nuevo hay manipulación de datos”.
“El año pasado, los referentes de Cambiemos hablaban de una economía en recesión. Ahora dicen que la economía creció 2,4 por ciento”, lanzó el economista Agustín D’Attellis al destacar que esos datos “confirman la relevancia de un esquema económico que motoriza al mercado interno para crecer, a diferencia de la creencia mágica en las generación del clima de negocios para la inversión”. Tras enfatizar la necesidad de “acompañar una estrategia de expansión del consumo con política industrial para garantizar la sustentabilidad del proceso”, D’Attellis explicó que “con un mercado interno debilitado por la caída del poder adquisitivo y las tensiones en el mercado de trabajo es imposible lograr una recuperación durante el segundo semestre”.

Desde el organismo conducido por Todesca remarcan que las (cuestionadas) estimaciones privadas arrojaban una caída del 4 por ciento para las mediciones realizadas con la base de 1993 y señalan que, con los datos de 2004, aumenta la ponderación de la cosecha gruesa que ese año experimentó una significativa sequía. “El 2009 fue un año recesivo. Los datos que habían no eran convincentes, pero una caída del nivel de 6 por ciento parece demasiado. Hubo elementos para explicar una recesión”, consideró D’Atellis al señalar la pésima cosecha por la sequía y el frenazo en la industria. “Los datos publicados para el período 2004-2015 son más creíbles que las estadísticas que había antes pero la magnitud de la caída en 2009 es exagerada, es una de las más grandes de los últimos 25 años. Efectivamente, hubo una crisis que impactó fuerte. Aunque refleja una recesión, una situación más ajustada a la realidad, la caída está sobreestimada”, consideró el economista del EPPA, Mariano Kestelboim.
“Yo no se si la caída de 2009 fue de 6 por ciento. No tengo las herramientas para estimarlo pero no lo pongo en duda. Se trata de una cuestión de confianza. Dicen que hubo un crecimiento interanual de 0,5 por ciento entre enero y marzo pero hay tres trimestres consecutivos recesivos y eso no contradice lo que se palpa en la calle”, sostuvo el director de la consultora Econométrica, Ramiro Castiñeira. Desde la perspectiva del economista, “veníamos de una situación de destrucción de las estadísticas oficiales. Ahora cambió el ciclo político y nosotros creemos que el INDEC dice la verdad. Mentir con las estadísticas públicas es de país bananero, ojalá salgamos de esa lógica”.
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