El líder de la coalición Syriza, Alexis Tsipras, volverá a ser primer ministro de Grecia tras imponerse en las urnas con más del 35% de los votos en una elección anticipada marcada por la abstención más alta en décadas.

Tan contundente fue la victoria que con menos del 25% escrutado, el líder de los conservadores, Vangelis Meimarakis, reconoció oficialmente la derrota.
Uno de los pocos distritos que ganó ND fue la isla de Lesbos, el principal punto de llegada actualmente de refugiados e inmigrantes de Medio Oriente a Europa. Según el gobierno griego, miles llegan todas las semanas y la isla está colapsada.
"Felicito a Tsipras y le pido que forme el gobierno que es necesario y que lo presente ante el Parlamento", aseguró Meimarakis ante un grupo de periodistas frente a su sede partidaria en Atenas. Tsipras no tendrá problemas para hacerlo.
Pese a la alegría que dominaba a Syriza, la abstención fue, sin dudas, una de las principales protagonistas de la jornada electoral. La participación, según resultados aún provisorios, se situó por encima del 55%, es decir ocho puntos por debajo de lo que se registró en la elección de enero pasado, cuando Syriza y Tsipras sorprendieron a Europa y ganaron el poder.

El giro político de Tsipras, luego de conseguir un fuerte respaldo cuando más del 60% de los griegos votaron en contra de las medidas de austeridad reclamadas por los acreedores de a eurozona, no sólo quebró a Syriza sino que dejó sin rumbo a muchos simpatizantes de izquierda que en enero pasado habían votado por un cambio.
Uno de los primeros en felicitar a Tsipras por renovar su mandato fue el presidente del Europarlamento, Martin Schulz, una de las voces que más habían cuestionado al líder de Syriza en su cruzada fallida por poner fin a la doctrina de austeridad en Europa.
"Ahora un gobierno sólido listo para cumplir rápido con lo que se necesita", escribió el dirigente europeo, en clara referencia al paquete de reformas, privatizaciones y ajustes que debe aprobar el próximo gobierno griego para cumplir con lo acordado con sus acreedores de la eurozona.
El presidente francés, Francois Hollande, también felicitó a Tsipras y dijo que su elección es una "victoria para Grecia y también para Europa".

Más abajo se encuentran casi empatados con un poco más del 3% y con entre 9 y 10 bancas el centrista To Potami, los nacionalistas de derecha Griegos Independientes, socios del gobierno de Tsipras este año, y la Unión de Centristas, una formación fundada hace más de dos décadas, que nunca había logrado entrar al Parlamento. Estos últimos por primera vez están superando el umbral electoral del 3%.
De confirmarse la la tendencia actual, la recién creada Unidad Popular, el partido de izquierda escindido de Syriza y que más fuerte criticó el giro político de Tsipras a favor de renovar las políticas de austeridad, no logrará entrar al nuevo Parlamento griego. Apenas obtuvo 2,8% de los votos.
Con el 35% escrutado, Syriza obtuvo 145 de las 300 bancas del Parlamento nacional y si se alían con los nacionalistas de derecha de Griegos Independientes y sus 10 escaños, como hicieron tras la elección de enero pasado, superarán la mayoría de 151 diputados necesaria para gobernar.
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