Fue por un ejercicio militar que incluyó el disparo de más de un centenar de proyectiles. Se elevará una queja formal al gobierno británico.

El Poder Ejecutivo calificó a la acción como "una nueva provocación mediante una pretendida demostración del poder de fuego del buque" HMS Iron Duke, que participó de la acción.
En el referido ejercicio intervino además una compañía de infantería británica que forma parte del despliegue militar permanente de ocupación ilegal del Reino Unido en las Islas Malvinas.
En un comunicado, la Cancillería subraya el rechazo "en los términos más contundentes la realización de estas maniobras navales y militares en territorio argentino ilegítimamente ocupado por el Reino Unido, que constituyen una injustificada demostración de fuerza y un deliberado apartamiento de los llamamientos de las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas y de otros organismos internacionales, que instan tanto a la Argentina como al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países en la Cuestión de las Islas Malvinas".

"En particular de desconocimiento de la Resolución 31/49 de la Asamblea General, que llama a ambas partes a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales en la situación mientras está pendiente el proceso negociador por ella recomendado, y se opone al principio de solución pacífica de las controversias sustentado de forma unánime por los países de la región, en especial aquellos representados en UNASUR y en el PARLASUR", puntualizó el comunicado de la cartera a cargo de Héctor Timerman.
Por último, la Cancillería asevera que convocó al funcionario a cargo de la Embajada de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y le hizo entrega de una nota de protesta por los referidos ejercicios militares.
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