Las fuertes críticas propinadas al hijo bobo de Franco Macri durante el acto en el que se recordó el atentado a la AMIA, provocó la inmediata reacción del vocero macrista Claudio Avruj, quien afirmó: "La comunidad judía se maltrata a sí misma".
Es decir: quien debería "relacionar" al gobierno porteño con las instituciones afincadas en la Ciudad, salió con los tapones de punta a criticar y desmerecer brutalmente el acto con que familiares y entidades judías recordaron el atentado que cobró la vida de 85 personas y dejó más de 300 heridos. Una provocación, ni más ni menos.
Pero lo cierto es que quien quedó "devaluado y maltratado" no fue el reclamo de justicia, sin el propio Macri y de ahí el enojo del funcionario relacionista.
Entre las críticas que se le formularon al actual jefe de gobierno porteño, se destaca la de Sergio Burstein, familiar de una de las víctimas, quien dirigió sus críticas a Macri por haber intentado designar a Jorge "Fino" Palacios -acusado de obstaculizar la investigación del atentado- como jefe de la Policía Metropolitana.
"El tiempo y la Justicia nos dieron la razón", dijo. "Esta actitud de no callar hizo que Macri nos odie y nos desprecie; él nunca merecerá nuestro respeto, el que nunca tuvo por los muertos de la AMIA", remarcó Burstein.
Parece ser que el PRO no solamente suma votos. También suma funcionarios impresentables.
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