Los vecinos del barrio porteño de San Telmo que ayer cortaron la Avenida Paseo Colón en rechazo a la demolición de edificios por las obras del Metrobús Sur, abrieron dos carriles al tránsito en ambos sentidos, tras recibir la orden de desalojar el lugar.
El corte comenzó a la mañana y se extendió hasta las 18 sobre Paseo Colón, entre Humberto Primo y Carlos Calvo, para reclamarle al Gobierno de la Ciudad que retroceda en la decisión de avanzar con un nuevo Metrobus en la zona.
"Abrimos dos carriles para que los vehículos puedan pasar porque nuestro interés no es causar problemas sino que el Gobierno porteño no nos cause problemas a los vecinos de este barrio histórico", dijo el vecino José Robles.
Según los vecinos, esta nueva obra destruirá viviendas, cultura, arraigo y centros de deporte porque para instalarlo "dicen que tienen que ensanchar la avenida".
"Para conseguir lugar sin quitarle espacio a los autos particulares que habitualmente circulan por allí quieren expropiar y demoler los inmuebles que están sobre Paseo Colón sin negociar ni hablar con nadie, a expensas de una destrucción barrial", aseguró al iniciar la protesta Rubén Saboulard, integrante de la Asamblea de San Telmo.
Saboulard explicó que entre los inmuebles que el Gobierno porteño quiere demoler está el edificio Marconetti, en Paseo Colón al 1600, que consta de diez pisos y en el que habitan unas 40 familias. Este inmueble goza de la protección de edificio histórico ya que es de 1929 y la ley de la Ciudad establece que todo inmueble construido antes de 1942 es considerado edificio histórico y para cualquier modificación o expropiación es necesaria la aprobación de una comisión de la Legislatura constituida para tal fin".
"Además -continuó- quieren demoler el edificio donde funcionó una sede de la Universidad de Buenos Aires; el CAINA (Centro de Atención Integral a la Niñez y Adolescencia), un centro de día que atiende a más de 100 pibes que se encuentran en situación de calle; y la escuela Isauro Arancibia, una institución para pibes con problemas madurativos".
"Dicen que van a reubicar estos establecimientos pero los chicos que están en situación de calle no se van a ir a otro barrio, lo más probable es que no vayan a ningún lugar y es una pena porque aquí reciben atención, contención y apoyo", añadió.
Saboulard señaló que también se van a demoler "viviendas particulares ubicadas sobre la calle Cochabamba, el campo de deportes que usan todas las escuelas primarias de la zona e incluso los alumnos del Otto Krause, el edificio del diario Ámbito Financiero, locales comerciales y la sede de la Asamblea de San Telmo, donde también funciona un comedor".
Según el asambleista vecinal, el Gobierno porteño "no se comunicó ni negoció con nadie" y por eso es que exigen "la apertura de un canal de diálogo para tratar de llegar a una solución que no sea la destrucción de un barrio lleno de cultura".
La orden de desalojar la protesta que dispuso el fiscal general después de las 13 causó tensión entre los vecinos que decidieron, para poder continuar con el corte, abrir dos carriles en ambos sentidos.
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