El sitio de noticias de la cadena británica publicó un largo informe sobre Argentina en el que se intenta dar cuenta de "el secreto detrás de la popularidad" de la presidenta que cierra su mandato "con una imagen positiva del 50 por ciento".
"En el Microcentro de Buenos Aires, el corazón financiero del país ubicado a unos pasos de la Plaza de Mayo, Cristina Fernández de Kirchner se erige con sombrero de copa, gesto de victoria y sonrisa desafiante. Una pintura poco habitual en una ciudad donde la presidenta de Argentina nunca fue demasiado popular, y en un barrio -la sede del poder económico- donde se multiplican sus adversarios", inicia la nota titulada "El secreto detrás de la popularidad de Cristina Fernández en Argentina", en el sitio de la BBC.
Ese mural, indica la nota, "resiste como resiste la retratada. Pasan los años, se multiplican las crisis, nacen y mueren políticamente sus rivales, pero Cristina Fernández de Kirchner, CFK o simplemente Cristina, resiste".
"La presidenta tiene hoy en día una imagen positiva del 50%, le dice a BBC Mundo Juan Manuel Germano, director de la firma Isonomía Consultores. Esta es la transición con mayor nivel de apoyo desde la vuelta de la Democracia en 1983", destacan.
A la vez, refleja que "su partido sigue teniendo mayoría en el Congreso y fuerte presencia en las instituciones. En las elecciones de este domingo en la provincia de Tierra del Fuego logró ser la fuerza más votada (aunque habrá balotaje) y en Mendoza fue la segunda (la oposición se unió para desbancar al kirchnerismo)".
"Los argentinos parecen despedir con una luna de miel a la mandataria, que en diciembre tendrá que ceder las llaves de la Casa Rosada a otro presidente. Una luna de miel, al menos, si se la compara con la amarga experiencia de otros líderes argentinos", agregan.
"A estas alturas del mandato, sus antecesores democráticos (con la excepción de su esposo, el fallecido Néstor Kirchner) no podían ni soñar con tener tal capital político. Raúl Alfonsín (presidente de 1983 a 1989), asfixiado por la hiperinflación, se vio forzado a dejar el poder seis meses antes de lo previsto. El turco innombrable (1989-1999) se marchó fuertemente cuestionado por numerosos escándalos y por una economía quebrada. El fin del mandato de Fernando de la Rúa (1999-2001) fue aún más dramático: salió en helicóptero de la Casa Rosada tras firmar su renuncia, habiendo cumplido sólo la mitad de su mandato y en pleno estallido social y económico", rememora la BBC.
Por eso, afirma el sitio británico, "la popularidad de Cristina Fernández se ha mantenido estable en los últimos tres años, a pesar de los vaivenes de su gestión y de las crisis que ha tenido que enfrentar desde el gobierno".
"La ciudadanía empieza a despedir a la presidenta, hace balance de su gestión con políticas como la Asignación Universal por Hijo, la nacionalización de YPF o Aerolíneas Argentinas, y leyes como la del matrimonio igualitario con un nivel de apoyo alto (60-70% de aprobación)", dijo Germano a BBC.
Comparada con otros países de la región, analizan, "la imagen positiva de Fernández dista mucho del 10% de respaldo de su vecina brasileña, Dilma Rouseff, o del 24% de la chilena Michelle Bachelet, dos líderes que enfrentan serias crisis de corrupción".
Tras señalar "la disputa millonaria" de Cristina con los fondos buitre y recordar la muerte del fiscal Alberto Nisman como sucesos destacados en el país, la BBC opina que "Fernández nunca entusiasmó a la clase alta argentina. Y en su largo historial de crisis ha perdido el apoyo de buena parte de la clase media".
Mientras tanto, "en los sectores populares, los que tradicionalmente han apoyado al Peronismo, la mandataria resurge de cada tribulación como un ave fénix político. Para buena parte de sus seguidores, Cristina no se quema con el fuego enemigo. Más bien sale fortalecida como Khaleesi, el personaje preferido de la presidenta en una de sus series favoritas: Juego de Tronos. La reina que pierde a su esposo y que es admirada por los esclavos que libera a su paso", puntualiza BBC.
Para finalizar, BBC dice que "en los próximos meses se definirá si Cristina se reencarna en cristinismo como Néstor se convirtió en kirchnerismo. Y en los próximos años se descubrirá si, como ocurre con las pinturas de Eva Perón, el mural de Fernández en el centro porteño sobrevive a la llegada de nuevos líderes, nuevos movimientos y nuevas políticas. Será, en el país de los iconos y los símbolos, la verdadera prueba de fuego para la perdurabilidad de Cristina".