El presidente de Chile pidió ayuda internacional ante el gigantesco incendio que ha arrasado más de 8.500 hectáreas de bosque patagónico en el parque Torres del Paine.
El hecho se transformó en un nuevo flanco de críticas contra el gobierno, que tuvo que enfrentar en tres años catástrofes que van desde el mayor terremoto en 50 años hasta el peor incendio carcelario en la historia del país.
"Hemos tomado todas las medidas para pedir la ayuda que sea necesaria, desde este punto de vista ya contactamos a la organización Fema en Estados Unidos, que es especialista en este tipo de situaciones", señaló el mufa presidente chileno.
"Estamos tomando contacto con las provincias argentinas de Santa Cruz y Río Negro, y también con el gobierno federal de Argentina para recibir la ayuda necesaria, y hemos solicitado las fotos satelitales de manera de tener un diagnóstico más preciso", agregó.
Norberto Rodríguez, coordinador regional del Plan Nacional de Manejo del Fuego en la Patagonia, dijo a Télam que el pedido de ayuda "ya llegó a la Cancillería y mañana saldrán cien brigadistas experimentados en el combate de incendios forestales".
Precisó además que los efectivos son "de La Pampa, Mendoza, Río Negro, Neuquén y Chubut. Ya están en el lugar personal de bomberos de Santa Cruz y mañana se sumarán también de Parques Nacionales".
Por otra parte, el director de la ONG Acción Ecológica, Luis Mariano Rendón, señaló que "la situación está totalmente fuera de control, sólo queda confiar en que llueva".
De hecho, las llamas están consumiendo entre 1.500 y 2.000 hectáreas diarias, en una zona de difícil acceso que es habitat de flora y fauna endémica.
El gobierno, en medio de críticas en la prensa y las redes sociales digitales, anunció que doblará los brigadistas en la zona, donde vientos de 100 kilómetros por hora traban las operaciones por aire.
Ya lo dijimos en alguna oportunidad, pero nos vemos obligados a reiterarlo. El presidente chileno logró que al lado suyo, Carlos Saúl sea un talismán de la buena suerte.