Tras ver al Papa, la Presidenta contó que dos comisarios denunciaron las advertencias ante la Justicia; investigan el ministerio de Seguridad y la Secretaría de Inteligencia.
Cristina sorprendió en su viaje oficial a Roma, donde se reunió con elpapa Francisco, al revelar que fue amenazada por Estado Islámico, el grupo terrorista jihadista con presencia en Irak y Siria.
Tras reunirse con Francisco, la jefa de Estado brindó una conferencia de prensa antes de partir hacia Nueva York, donde fue consultada sobre las amenazas que había recibió el Sumo Pontífice días atrás.
Allí fue cuando Cristina señaló que comentó el tema con Francisco e informó que ella recibió alguna amenaza. "Días atrás dos comisarios, uno de la Policía Federal Argentina y otro de la (policía) Bonaerense realizaron una denuncia por amenazas contra mi persona" , relató la mandataria, quien le restó importancia a la advertencia e indicó que el tema es manejado por el Ministerio de Seguridad y a la Secretaría de Inteligencia.
"La denuncia realizada (ante la Justicia) por los dos comisario fue a raíz de que habían aparecido amenazas del Estado Islámico contra mí persona, por la amistad con el Papa Francisco y por la posición de la existencia de los dos Estados: del Estado de Palestina y del Estado de Israel", señaló la Presidenta.
Asimismo, dijo que si fuera por las amenazas "debería vivir abajo de una cama, como el Papa también". Los dichos de la Presidenta quedaron registrados en la versión oficial de la visita con el Papa que publicó el sitio web de la Casa Rosada.
En agosto pasado, el diario romano Il Tempo citó fuentes de los servicios secretos italianos e israelíes y aseguró que el amenazante grupo jihadista también tenía entre sus objetivos al Papa. "El grupo fundamentalista islámico quiere levantar el nivel de choque, atacando a Europa. En especial, fuentes israelíes consideran que en la mira también está el papa Francisco, el máximo exponente de la religión cristiana, en cuanto 'portador de falsas verdades'", escribió Il Tempo el 25 de agosto.
"Comentamos algo (con el Papa) como cuestiones y circunstancias propias de personas que tenemos actitudes que muchas veces no somos políticamente correctos, y que defendemos cosas que molestan a algunos, y no sabes si pueden ser ciertas, o si son de algunos actores para imputárselas a otros", agregó la Presidenta, que apenas finalizado el encuentro con Francisco viajó a Nueva York, donde participará la próxima semana de la Asamblea de la ONU.
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