En medio de los "cacerolazos espontáneos", la Presidenta encabezó un acto en San Juan donde se pronunció a favor del voto joven y a la polémica con el gobernador De la Chota por la coparticipación: "Si los recursos no son bien administrados, pasa lo que les pasa a algunos".
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner sostuvo ayer que
"cada gobernador y cada intendente deben interpretar lo que es gestionar, que hay que decir que no aunque sea difícil y hay que saber tomar decisiones para que sean sustentables en el tiempo, y eso es una buena administración".
Al hablar en San Juan, la Jefa de Estado sostuvo además que "yo no hago milagros: me encargo de desarrollar políticas activas y si los recursos no son bien administrados pasa lo que pasa en otras provincias, y por eso hay que aprovecha este proyecto nacional y popular y este crecimiento".
"San Juan recibía en 2003, por todo concepto, 650 millones de pesos y, en 2011, percibió 5.900, es decir, 714 por ciento de aumento. Esas mejoras permitieron desarrollar al sector industrial", agregó Cristina, quien sostuvo que "la política de desendeudamiento que hemos llevado adelante ha sido posible con la colaboración del gobierno de San Juan, si no no hubiera sido posible. Un proyecto nacional que encuentra en sus provincias quienes lo llevan adelante, hacen sacar adelante sus comunidades".
"Necesitamos el esfuerzo y la colaboración de los más de 40 millones de argentinos. Les pido a todos que nos mantengamos en la misma dirección. Lo peor que le pasó al país fueron los cataclismos de horribles gobiernos que hundieron a los argentinos y argentinas en crisis institucionales, sociales y culturales".
"Necesitamos que todos comprendan la necesidad que tenemos de llevar los recursos a las zonas que más lo necesitan. Necesitamos que todos y cada uno de los responsables de las administraciones provinciales acompañen con gestión. Cuando se quiere y se labura, todo se puede. Faltan muchas cosas por hacer, mientras haya un solo pobre en la Patria estaremos en huelga como militantes de una generación que se incorporó a la política, luchando por la igualdad", expresó.
"Nerviosa no me van a poner. En el lugar que me toque estar voy a seguir haciendo lo que siempre hice, militar y trabajar", respondió cuando los militantes pedía la reelección.
"Si querido vas a votar y votá a quien quieras", fue la respuesta de la presidenta, cuando un joven le gritó que quería votar, en el acto que encabezó esta noche en esta ciudad. Añadió después: "Qué es esto que los jóvenes son manipulables, por Dios!".
Por último, recordó a Néstor Kirchner y sostuvo: "si el hubiera podido elegir, hubiera elegido ser un árbol y morir de pie como lo hizo y dar sus frutos, como lo hizo" .
La presidenta encabezó los actos de inauguracion de dos plantas industriales, la ampliación de un emprendimiento porcino, un puente sobre el Río San Juan y entrega de viviendas, según se informó.
Fue recibida por el gobernador provincial, José Luis Gioja; el intendente de la capital sanjuanina, Marcelo Lima y otras autoridades, así como dirigentes polìticos, gremiales y sociales.
De inmediato se trasladó hasta el campo de juego del Estadio San Juan del Bicentenario, en el departamento de Pocitos y desde allí dejó inaugurada la nueva fábrica textil de la firma Vesuvio, que empezará a fabricar en San Juan productos de la marca Lacoste.
Desde allí, Cristina, a través de videoconferencias, dejó habilitada una fábrica de la empresa Alta Tecnología Alimentaria (ATA), proveedora de alimentos a campamentos mineros y el puente sobre el río San Juan en la localidad de Alto de Sierra.
Luego inauguró la ampliación del emprendimiento porcino Cerdos San Juan y Agroceres Pic, ubicado en 9 de Julio y en el que se pondrán en funcionamiento dos nuevos galpones con sistemas automatizados para la cría y engorde de los animales.
La Presidenta entregaó 112 unidades habitacionales a los nuevos adjudicatarios del barrio de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), levantado en el marco del plan nacional de construcción de viviendas.
¡¡¡Avanti Morocha!!! Dejá que caceroleen nomás. Acá lo que cuentan no son las cacerolas; son los votos.