El ministro, recién llegado Brisbane para participar de la cumbre, dijo que esa "desazón" se debe a la falta de respuestas que permitan salir de la crisis internacional surgida en 2008”.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, manifestó ayer su confianza en que el Grupo de los 20 (G-20) abordará la cuestión de los procesos de reestructuración de deuda en la cumbre de presidentes que comenzará hoy en Brisbane, Australia, y resaltó que Argentina considera que el camino planteado en Naciones Unidas, de contar con una convención a nivel global, "es el único que puede resolver" un tema de esta magnitud.
"Hay muchos (países) que piensan que la solución puede estar en el Fondo Monetario Internacional, que puede estar en los cambios de los contratos, y la verdad es que nosotros festejamos, celebramos que se propongan diversas soluciones, pero lo que pasa es que nos parece insuficiente", dijo el ministro durante un contacto que mantuvo con la prensa en Brisbane, junto con el canciller Héctor Timerman.
"Evidentemente el FMI tiene que tener un papel y que también los contratos tienen que modificarse, pero desde el punto de vista de la cuestión fáctica lo que se necesita es instrumentar un mecanismo internacional que solucione diferendos, pero que además permita que los ataques de los fondos buitres que han sido feroces y lo van a seguir siendo, no puedan reproducirse. Esto implica un fuerte compromiso de todos los países del G-20 para no darles cabida y no darles incluso mayor poder de daño", agregó el titular del Palacio de Hacienda.
Kicillof y Timerman arribaron a las 18.30 hora local (5.30 en Argentina) al aeropuerto que abastece a la capital del Estado de Queensland, en el Este australiano, donde representarán a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la cumbre, debido a que la mandataria no pudo viajar por prescripción médica.
Kicillof, a cargo de la delegación argentina debido a que el foro es de corte económico, dijo que tiene "una expectativa muy grande" respecto de la discusión que se dará en el G-20 sobre el tema reestructuración de deuda, debido a que "hay países que no pueden pagar" sus compromisos y que el accionar de los fondos buitre "buscan producir un daño" y sacar provecho de esa situación.
En un contacto mantenido con la prensa en el hotel Pullman, donde se hospeda la delegación argentina en Brisbane, el funcionario subrayó que "la cuestión de la deuda no es un invento argentino" y que en torno del tema existe "una preocupación generalizada".
"Las reestructuraciones de deuda son con default o sin default. Básicamente es que un país no puede pagar", dijo el ministro, para luego señalar que "estamos en una situación en la que hay países que no pueden pagar" y que "donde hay una reestructuración hay un enjambre de buitres esperando para hacer un negocio como el que hicieron en Ecuador, en el Congo, en muchísimos países".
"Hoy en toda reestructuración de deuda aparece esta cuestión de la litigiosidad. Esos grupos especulativos, judiciales, buscan comprar títulos para ir a generar un daño e impedir las reestructuraciones, o sea que realmente son una plaga mundial", remarcó.
En ese marco, Kicillof dijo que frente a esta situación "el G-20 no va a eludir la cuestión" debido a que en la actualidad habría en el mercado "900.000 millones de dólares de títulos con cláusula 'pari pasu', que es un invento del juez (Thomas) Griesa para poner un palo en la rueda en los procesos de reestructuración de deuda y favorecer a los sectores más concentrados, más especulativos y más podridos del sistema financiero internacional".