Tras sus resonantes dichos sobre la hipótesis bélica y su pedido de ayuda a George Bush durante el conflicto por la pastera, el ex presidente uruguayo se mostró arrepentido y deja la política pública.

En tal sentido aclaró que dichas declaraciones las hizo "teniendo en cuenta además las excelentes relaciones que felizmente hoy tienen nuestros dos países hermanos. De cualquier manera, y muy lejos de mis intenciones, las mismas pueden dañar esas relaciones, al proyecto político de la izquierda uruguaya, y al propio Frente Amplio".
Y para cerrar sus palabras de arrepentimiento dijo: "por todo ello presento mis excusas y anuncio mi retiro de la actividad política pública".
Una buena y una mala.
La mala es que Tabaré no termina de enteder que el problema no es que haya declarado que consideró la posibilidad de ir a la guerra con Argentina. Lo grave es que lo haya considerado.
La buena tiene que ver con el gesto de grandeza de reconocer el error, hacerse cargo y retirarse de la política.
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