En una columna del diario se estableció, sin metáforas, un paralelo directo entre la época más oscura de la Argentina y los tiempos que corren. Un abuso insólito.
Cabe señalar que la orden de un juez, no es la orden del Ejecutivo, sino la del Poder Judicial. Sin ninguna prueba que vincule al juez con el Ejecutivo, en la columna se escribió: "Con métodos que retrotraen a los tiempos más oscuros de la dictadura militar, se busca intimidar al periodismo (el pedido incluye a El Cronista pero también a Ambito Financiero, Clarín, La Nación y Página/12) con un objetivo que se ve venir desde lejos: lograr que se consigne sólo la información del Indec, es decir, que a la ciudadanía sólo le lleguen los datos del gobierno de turno".
La denuncia entra en contradicción con las acusaciones que realizan los medios hegemónicos; ¿por qué el kirchnerismo buscaría silenciar a Página/12?, diario al que la corporación mediática señala como oficialista. La denuncia no resiste ningún análisis.
La comparación es un abuso insólito. En tiempos de la dictadura militar, los periodistas eran desaparecidos por las fuerzas armadas, como fue el caso, entre otros, de Rodolfo Walsh. Hoy, el periodista que firma la columna, se da el lujo de comparar al Gobierno Nacional con la época más oscura de la Argentina y tiene total libertad para hacerlo.
Y nosotros tenemos todal libertad para decir que Fernando González, director periodístico de El Cronista (el que escribió tamaña infamia) es un terrible hijo de puta.
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