"Yo no me atraganto con mis propias opiniones ni mis personajes". Esa fue la contestación que la periodista María Julia Oliván le propinó a Jorge Lanata quien, en una entrevista con Fontevecchia, la había mandado a terminar el colegio.
Jorge Lanata, desde exterior, habló de cuanto periodista se le cruzó y en la volteada estuvo María Julia Oliván, ex conductora del programa 678. En diálogo con Jorge Fontevecchia desde Bostón dijo: "Yo leía el otro día en Perfil.com a una chica que trabajó conmigo, María Julia Oliván, que me insulta. Yo no me puedo poner a insultar con María Julia Oliván, que tiene que terminar el colegio. Tiene que aprender a argumentar. Se lo digo con cariño porque es una chica que estudió conmigo. Que lea lo que dijo, porque es una boludez".
Ante este agravio, María Julia decidió contestar con altura, algo de lo que Lanata carece desde hace un tiempo. La ex conductora del programa producido por Diego Gvirtz aclaró cuál fue el supuesto insulto al cual se refirió Lanata. "En un editorial de su programa, en Canal 26, el año pasado, citó una frase de mi libro -678, la creación de otra realidad- y me citó de manera errónea. Yo ahí señalaba que la repetición era un recurso que utilizaba el programa. Lanata retoma esa observación y dice que 678 es Goebbels puro".
Y agregó: "Yo no insulté a Lanata como él dice, yo me estaba refiriendo a la comparación que hizo entre el kirchnerismo y la forma de comunicar del nazismo, que me sigue pareciendo una comparación estúpida, absurda".
Debido a la desafortunada frase en la cual Lanata la mandó a "terminar el colegio", Oliván decidió hacer publico los orígenes de su carrera. "Yo terminé el colegio en el Naciones Unidas de Monte Grande mientras ya empezaba a trabajar. Terminé la secundaria, no sé si vos podés decir lo mismo. En la universidad, de las 33 materias de la Licenciatura en Periodismo di 30, ahí sí no terminé".
Para finalizar, aclaró: "Sin lugar a dudas, lo más que aprendí lo aprendí de vos, y lo digo en la nota. Te admiro por tu brillantez, pero no puede ser que no se pueda discutir con vos, que no se pueda opinar sobre lo que vos decís. Capaz no argumento tan bien como vos, pero por lo menos no me creo más que nadie. Y sobre todo, Lanata, no me atraganto con mis propias opiniones ni mis personajes. Te mando un beso y te digo todo esto con mucho cariño".
Ante este agravio, María Julia decidió contestar con altura, algo de lo que Lanata carece desde hace un tiempo. La ex conductora del programa producido por Diego Gvirtz aclaró cuál fue el supuesto insulto al cual se refirió Lanata. "En un editorial de su programa, en Canal 26, el año pasado, citó una frase de mi libro -678, la creación de otra realidad- y me citó de manera errónea. Yo ahí señalaba que la repetición era un recurso que utilizaba el programa. Lanata retoma esa observación y dice que 678 es Goebbels puro".
Y agregó: "Yo no insulté a Lanata como él dice, yo me estaba refiriendo a la comparación que hizo entre el kirchnerismo y la forma de comunicar del nazismo, que me sigue pareciendo una comparación estúpida, absurda".
Debido a la desafortunada frase en la cual Lanata la mandó a "terminar el colegio", Oliván decidió hacer publico los orígenes de su carrera. "Yo terminé el colegio en el Naciones Unidas de Monte Grande mientras ya empezaba a trabajar. Terminé la secundaria, no sé si vos podés decir lo mismo. En la universidad, de las 33 materias de la Licenciatura en Periodismo di 30, ahí sí no terminé".
Para finalizar, aclaró: "Sin lugar a dudas, lo más que aprendí lo aprendí de vos, y lo digo en la nota. Te admiro por tu brillantez, pero no puede ser que no se pueda discutir con vos, que no se pueda opinar sobre lo que vos decís. Capaz no argumento tan bien como vos, pero por lo menos no me creo más que nadie. Y sobre todo, Lanata, no me atraganto con mis propias opiniones ni mis personajes. Te mando un beso y te digo todo esto con mucho cariño".
En esto último, en la redacción de Currín On Line, nos parecemos mucho a María Julia Oliván. Nosotros, Lanata, te mandamos a la reputísima madre que te parió, pero con mucho cariño.
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