Los integrantes de la alianza FAUNEN se comprometieron a no promover una alianza con el macrismo y ahora se tejen acuerdos internos para impulsar a los candidatos. El temor a una ruptura terminó con el coqueteo.
Los sectores de la alianza FAUNEN que se oponen a la incorporación del PRO a nivel nacional tuvieron la semana pasada buenas noticias. El FAUNEN porteño asumió un compromiso por escrito en el que los ocho partidos que lo conforman afirmaron de forma "unánime" que no impulsarán una alianza con el macrismo en la Capital. El documento, además, remarcó que aspiran a disputarle la jefatura de la Ciudad al partido amarillo.
A este dato hay que sumarle varios más: en las presentación de FAUNEN en Entre Ríos, el jueves pasado, tampoco quedó muy definido el acercamiento al ruralista Alfredo De Ángeli, principal referente macrista en esa provincia. También es casi imposible que haya un acercamiento en la provincia de Buenos Aires. Los principales dirigentes panradicales en ese distrito, Margarita Stolbizer y Ricardito Alfonsinito, están entre los que con más vehemencia se oponen.
Otro elemento que es necesario destacar es que todos los precandidatos presidenciales de la alianza FAUNEN, con la excepción, relativa, de Elisa Carrió, también están en contra de sumar al PRO. En la UCR bonaerense, donde mayoritariamente rechazan esta confluencia, sostienen que el "FAUNEN no resistiría" la incorporación de Mugrizio Macri. Incluso van más lejos y remarcan que el radicalismo también "podría quebrarse".
Los precandidatos
A pesar de que sus estilos discursivos consisten en intentar circular siempre por el centro de una ancha avenida, los precandidatos presidenciales de la alianza FAUNEN que mejor miden en las encuestas, Julio Cobos y Duermes Binner, manifestaron ya hace tiempo su "rechazo" a la incorporación de Macri. No lo hicieron de modo enfático. Esto se explica no sólo por sus estilos personales sino también porque no quieren agredir al electorado del PRO, que podría acompañarlos en una hipotética segunda vuelta.
La posición de los otros presidenciables, Fernando "Pino" Solanas, Ernesto Sanz y Carrió, es la siguiente: Pino –se sabe– rechazó de plano un acuerdo. Sanz, que fue partidario de forjar esta alianza en las presidenciales de 2011, ahora se opone. En una cena que se realizó hace dos semanas, en la que estuvieron, entre otros, los jefes de bloque de la UCR de ambas cámaras, el senador mendocino remarcó que "estaba totalmente en contra" de esta alianza.
En el caso de Carrió hay un dato para tomar en cuenta: la Coalición Cínica de Capital firmó el documento, igual que los otros partidos del FAUNEN, descartando un acercamiento al macrismo en el distrito. Esto le da sustento al argumento que los lilitos suelen esgrimir por lo bajo para explicar los guiños que su jefa política le envía al PRO. Dicen que la chaqueña les está hablando a los electores del ex hijastro de Flavia Palmiero y no al partido.
En la UCR bonaerense culpan a los boinas blancas de Capital, comité conducido por Emiliano Yacobitti y en el que el histórico Enrique "Coti" Nosiglia tiene un peso decisivo, de empujar los coqueteos con el oficialismo porteño, que parecieran haber quedado sepultados esta semana. Lo que sostienen los bonaerenses es que sus correligionarios capitalinos no creen en la posibilidad de recuperar al partido en la Ciudad, que supo ser uno de sus bastiones. Por eso, señalan, ellos mismos intentarán impulsar dirigentes porteños que puedan tener caudal electoral, más allá de Martín Lousteau. Entre estos referentes estarían el economista Javier González Fraga, el actor Luis Brandoni y el titular de la Auditoría General de la Nación, Leandro Despouy.
La danza de los vices
La campaña ya lanzada del FAUNEN tiene dos vías. Una son las presentaciones del frente en las distintas provincias. La semana pasada fue en Entre Ríos y en Mendoza. En estos actos el objetivo es mostrar una coalición lo más homogénea posible y ahuyentar el fantasma de que se trata de un "rejunte" opositor al que le espera el mismo destino que a la Alianza.
La otra vía que hay que observar son los movimientos de cada precandidato, que deben transitar por el delgado desfiladero de mostrar unidad y al mismo tiempo diferenciarse. En ese escenario, los compañeros de fórmula que cada uno puede presentar juegan un rol. Hasta ahora, los que tienen nombres en mente son Binner y Cobos. Ninguno de ellos dos tiene su bastión en la provincia de Buenos Aires o Capital Federal, así que apuestan a sumar algún dirigente que tenga inserción en estos distritos que juntos suman cerca del 50% del electorado. Cobos piensa en un referente que, al igual que él, participó del primer gobierno de Cristina. Se trata de Martín Lousteau. El ex ministro de Economía cuenta con el "atributo" de la juventud y de haber sido una de las sorpresas electorales de 2013. Por ahora está anotado en la competencia por la jefatura porteña, pero el escenario puede moverse, sobre todos si Carrió decide competir por ese puesto.
En el caso de Binner, quien suena para acompañarlo, por ahora, es la jefa del GEN, Margarita Stolbizer. La histórica dirigente bonaerense ya fue candidata a gobernadora en 2011 en la boleta que llevaba al De la Rúa santafesino para presidente. Además, hay algunas encuestas que sostienen que Margarita está midiendo alrededor de 15 puntos en la provincia de Buenos Aires.
Todos los sondeos indican que Binner y Cobos encabezan las preferencias de la interna de la alianza FAUNEN, rondando ambos los 10 puntos. A estos números hay aportarles un contexto. El radicalismo, por ahora, lleva dos candidatos, Cobos y Sanz. Entre ellos dos, el ex vice duplica la intención de voto del senador. Pero esos 4 o 5 puntos de Sanz provienen de votantes radicales. Por eso los dirigentes boinas blancas del interior han comenzado a pedir que alguno "se baje", para que no haya dos boinas blancas compitiendo contra un socialista, Binner, ya que esa división del voto de la UCR fortalece al resto de los precandidatos, también a Lilita y a Pino.
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