La presidenta Cristina Fernández de Kirchner manifestó ayer su preocupación por las medidas adoptadas por el gobierno estadounidense contra Venezuela, a través de la Orden Ejecutiva emitida por el presidente Barack Obama.
Cristina transcribió en su cuenta de Twitter y en la página www.cfkargentina.com el comunicado difundido el miércoles por la Cancillería argentina en el que el gobierno nacional fija su posición sobre la decisión del presidente Obama de declarar a Venezuela como "inusual y extraordinaria amenaza" para la seguridad de su país y anunció severas sanciones para siete altos funcionarios venezolanos.
Al respecto, la Cancillería argentina señaló, en el comunicado que reprodujo ayery la Presidenta, que "el Gobierno argentino ha tomado conocimiento, con preocupación, del contenido de la Orden Ejecutiva emitida por el Gobierno de Estados Unidos que declara una “emergencia nacional respecto de la amenaza extraordinaria e inusual para la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos que supone la situación en Venezuela”.
Al respecto, destacó que "la gravedad de dicha denuncia no sólo causa consternación por la dureza inusual de sus términos, casi amenazantes, sino que además provoca estupor y sorpresa".
"Es que resulta absolutamente inverosímil para cualquier persona medianamente informada que Venezuela, o cualquier país de Sudamérica o Latinoamérica, pueda constituir una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos de Norteamérica", agregó el comunicado que reproduce Cristina en las redes sociales.
En ese sentido, señaló que "nadie, aún los que no compartan las políticas de ese país, puede ignorar que estamos ante el país más poderoso en términos políticos, económicos, militares, científicos y de cualquier otra índole del mundo".
"Lo absurdo e injusto de la acusación es lo que causa la consternación, independientemente también de la opinión que se tenga del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela", añadió la declaración.
Asimismo, sostuvo que "la Argentina, al igual que los demás países de la región, considera que el diálogo constructivo y la negociación pacífica son el único camino para superar las diferencias, a la vez que rechaza toda injerencia en los asuntos internos de otros Estados".
"En ese sentido, hace un llamado al Gobierno de los Estados Unidos para que evite el uso de un lenguaje impropio para un país de su importancia y responsabilidad como potencia global, o sanciones que ya han demostrado, en otros casos, que sólo conducen al fracaso y la enemistad entre los pueblos y sus gobiernos", finalizó el comunicado.
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