El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Chota, analizaron ayer en una extensa reunión distintas líneas de ayuda económica para las familias y los municipios afectados por las inundaciones que se registraron en esa provincia, mientras la ausencia de lluvias facilita los trabajos de recuperación.
Voceros de la Casa de Gobierno destacaron que la reunión duró una hora y media, "fue muy cordial" y los funcionarios "hablaron de la situación generada por las dramáticas inundaciones y la ayuda económica que la Nación brindará a la provincia de Córdoba".
En tanto, los ríos de Córdoba muestran un paulatino descenso luego de varios días sin lluvias importantes, lo que facilita las tareas de recuperación en las localidades afectadas por el temporal de las últimas semanas, que castigó a distintas regiones del interior provincial.
Uno de los mayores puntos de preocupación en los últimos días se localizaba en la zona de la ciudad de Bell Ville por la creciente del río Ctalamochita donde la situación "está controlada", dijeron fuentes de Defensa Civil de la provincia.
Su titular, Diego Concha, ratificó que "los días que no ha llovido ayudó mucho", aunque se han producido precipitaciones "en algunos lugares de la zona serrana de manera discontinua".
Asimismo, explicó que "eso hizo que crecieran 1,30 metros el río San Antonio y 2 metros el río Cosquín" en Punilla, y agregó que el río Ctlamochita, en el sudeste, anoche estaba "a 9,10 metros y eso ayuda mucho a las defensas y contención".
Indicó que el dique Piedras Moras, donde nace ese curso de agua, bajó su nivel de evacuación a 180 metros por segundo, "y esto ha facilitado las actividades de recuperación de distintas zonas, luego de la creciente de la semana pasada".
El funcionario precisó que había 110 personas evacuadas en la ciudad de Bell Ville y 200 en la localidad de Cruz Alta, la mayoría de las cuales se han alojado en casas de parientes.
A esto se suman los habitantes de una de las localidades más perjudicadas por el temporal, Idiazábal, también del sudeste, que resultó totalmente anegada, lo que determinó el éxodo de casi la totalidad de su algo más de millar y medio de habitantes.
Al avanzar los trabajos de recuperación y desagotamiento del agua de calles y viviendas, los vecinos regresan paulatinamente a sus hogares desde los lugares de refugio, particularmente en las localidades vecinas de Ordoñez y Justiniano Posse.
El director de Defensa Civil advirtió que, aunque se mantiene el buen tiempo, "habrá que seguir en alerta para el fin de semana, porque puede haber lluvias en el sur y en las sierras".
Por otra parte, Concha dijo que hasta anoche no se habían producido novedades sobre el productor rural arrastrado por la correntada hace una semana, por lo que su búsqueda continúa.
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