Fue un trabajo conjunto entre los trabajadores del Garrahan y el hospital de Niños de La Plata. Se empleó por primera vez en el país una técnica de selección magnética de células que disminuye el riesgo de rechazo. La donante fue la madre. "Está con vida gracias a los médicos, a la mamá y a esa máquina", dijo el padre.
El equipo médico del Hospital Garrahan que realizó el trasplante |
Por primera vez en la Argentina, el hospital pediátrico Garrahan llevó adelante un trasplante de médula ósea de una madre a su hijo mediante una nueva tecnología de alta complejidad. Se trata de una maquinaria de selección magnética de células que disminuye significativamente el riesgo de rechazo del trasplante cuando la compatibilidad no es total.
La innovación representa una opción para salvar vidas en casos de enfermedades llamadas inmuno deficiencias primarias, como así también para los casos más graves de leucemia que requieren un trasplante de médula ósea urgente.
El caso se dio en el Hospital de Niños de la ciudad de La Plata, donde Kilian Valdemarin, un bebé rosarino de 18 meses necesitaba un trasplante de médula ósea. La enfermedad que padece se denomina inmunodeficiencia combinada severa, es genética y dejan al paciente sin sistema inmune, es decir, sin la posibilidad de generar anticuerpos, por lo que en la mayoría de los casos, mueren a causa de infecciones.
El estado del niño era límite y como no tiene hermanos quedó descartada la primera opción de trasplante que se da entre entre hermanos y cuya compatibilidad es de un 25 por ciento. La segunda opción es la búsqueda en el banco internacional de médula ósea, donde la posibilidad de encontrar un donante compatible asciende al 60 por ciento. Pero no había tiempo, por eso se pensó en un trasplante haploidéntico entre el progenitor y su hijo, con un 50% de compatibilidad genética. La única posibilidad era su madre, Fiama, una chica de 16 años que decidió ser la donante.
Hacía cuatro meses que Fiama vivía con su hijo en el hospital Ludovica de La Plata, control tras control hacían perder cada vez más esperanzas. "Cuando tenía seis meses nos dijeron que no viviría más de un año. "Hoy tiene casi dos", dice la mamá orgullosa.
El trasplante fue un éxito y hoy el niño se encuentra en recuperación, internado en el hospital de La Plata. La mitad de la muestra de células madre, obtenida para el trasplante por el Garrahan, es guardada por si sufre una recaída. "Ya comenzó a generar sus propias células inmunes", informó Jorge Rossi, a cargo del laboratorio de Inmunología Celular del Garrahan.
Entre enero y abril de 2013 estuvieron junto al nene internado en el hospital rosarino Víctor Vilela donde, tras decenas de estudios, le diagnosticaron deficiencia combinada severa y les dijeron que no había esperanza. Sin trabajo y sin saber qué hacer se resignaron a estar cerca de su hijo todo el tiempo que se pudiera. "Hoy, después de un diagnóstico tan desalentador, podemos decir que el bebé está con vida gracias a la tecnología, la gran capacidad de nuestros profesionales y la articulación entre dos hospitales públicos", enfatizó Marcelo Scopinaro, presidente del Consejo de Administración del Garrahan.
La joven madre donante contó que cuando le propusieron la idea de utilizar la nueva técnica "no lo dudé, nunca había estado más cerca de curar a mi hijo". Los papás de Kilian estuvieron mucho tiempo en estado de shock: a los tres meses de nacer, el bebé comenzó a bajar de peso y a llorar sin parar, día y noche. Nadie sabía decirles qué tenía y la desesperación se apoderó de ellos. Pero la esperanza volvió cuando se les propuso la utilización de la nueva tecnología.
"Hoy mi hijo está vivo gracias a los médicos, a mi mujer y a esta bendita máquina", dijo el papá del nene y contó que se desespera porque cuando los médicos le permiten verlo, Kilian le tira los brazos, "quiere que lo agarre a upa, quiere jugar, imaginate, es un nene". Pero por ahora está en aislamiento y apenas lo puede tocar tomando las mil y una medidas de seguridad.
"Uno de los objetivos principales es el desarrollo de una nueva metodología para el procesamiento del injerto que permita la realización de trasplantes de médula ósea haploidénticos en pacientes con enfermedades malignas hematológicas, con indicación de trasplante, y que no cuenten con un donante disponible en tiempo y forma", explicó Pedro Zubizarreta, jefe del servicio de Hematología y Oncología. La urgencia es un factor clave porque muchas veces, el paciente no cuenta con el tiempo suficiente para esperar la búsqueda de donantes compatibles en los bancos de células madre de médula ósea nacional e internacional.
Cómo funciona
El nuevo aparato de última generación se llama Clinimacs y fue ajustado por el laboratorio de Inmunología Celular del Garrahan y se utilizó por primera vez en el trasplante de un niño de casi dos años, en diciembre pasado en el hospital Ludovica de la Provincia.
La sangre del donante es procesada mediante el Clinimacs que separa los linfocitos T, las células que pueden generar el rechazo del injerto, es decir que la médula ósea trasplantada ataque al organismo del bebé. La única forma que existe de realizar un trasplante haploidéntico, es con la separación de los linfocitos T.
Hasta el momento, el trasplante se realizaba con otras técnicas “pero era principalmente artesanal, ya que uno de los procedimientos requerían de glóbulos rojos de carnero y lecitina de soja y demorábamos mucho más. La nueva técnica nos llevó 18 horas, pero a futuro durará mucho menos”, explicó Jorge Rossi.
"Se trata específicamente de la separación de los linfocitos T -que son las células responsables de coordinar la respuesta inmune celular- de la sangre extraída al donante. El proceso se llama depleción celular T y consiste en disminuir enormemente el riesgo de la reacción llamada de injerto contra huésped en el receptor, por lo que la posibilidad de éxito del trasplante crece significativamente", señaló Raquel Mitchell, miembro del equipo del Laboratorio de Inmunología Celular del Garrahan.
Por su parte, Pedro Zubizarreta, explicó que “el hecho de que el procedimiento se brinde en un hospital público que cuenta con medicina de alta complejidad que está muy por encima de los centros privados, resulta muy importante”.
Si bien, hasta el momento el procedimiento está indicado para inmunodeficiencias primarias que requieren de una solución urgente. Se espera que también sea aplicable a pacientes con leucemia aguda, y otras patologías hematológicas no malignas y enfermedades malignas no hematológicas. Sin embargo, para poder ampliar los usos de la nueva tecnología, los expertos destacaron que solicitaron un subsidio del INC con el que planean completar el laboratorio, y de esa manera, poder captar un flujo mayor de pacientes.
La capacitación de los médicos se realizó en el Hospital Saint Jude de la ciudad de Memphis, uno de los hospitales pediátricos más importantes de ese país y donde desde hace dos años se realizan trasplantes haploidénticos con la misma tecnología que, ahora, y con mucho orgullo, cuenta el hospital pediátrico argentino.
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