Así coincidieron los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni, al celebrar ayer su primer acuerdo tras la muerte de la jueza.
“La Corte quiere transmitir tranquilidad a la sociedad. Estamos afectados por la muerte de Carmen pero institucionalmente todo sigue funcionando normalmente”, coincidieron los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Carlos Fayt, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni.
La Corte Suprema celebró ayer su primer acuerdo tras la muerte de la jueza Carmen Argibay y buscó transmitir “tranquilidad” sobre el futuro del tribunal, que “sigue funcionando normalmente”, según coincidieron todos los ministros.
Impactados por la ausencia definitiva de Argibay, los jueces de la Corte dedicaron el acuerdo de ayer a repasar los temas pendientes y reorganizar la circulación de expedientes.
Ahora que son seis los jueces del tribunal, la mayoría para emitir un fallo sigue siendo de cuatro votos, y no hay expedientes en los que las opiniones estén divididas tres y tres. Si ello ocurriera, explicaron fuentes del tribunal, “hay que buscar consenso para una mayoría”.
La aclaración viene a cuento de especulaciones sobre la posibilidad de designar a conjueces para un eventual desempate, lo que no puede ocurrir porque la Corte tiene prevista por ley una formación de cinco miembros, de modo que la vacante de Argibay no se cubrirá, ni con jueces titulares ni con suplentes.
Por otra parte, el tribunal ratificó que la Oficina de la Mujer, que dependía de Argibay, seguirá funcionando como hasta ahora, en tanto que los secretarios y empleados de la vocalía de la difunta jueza serán redistribuidos en las secretarías del máximo tribunal, de acuerdo a la especialidad de cada uno.
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