El ex secretario de Energía de la dictadura militar y del gobierno de Eduardo Duhalde, se destacó por tomar medidas en deterioro de YPF, y por profundizar la falta de extracción, procesamiento y producción de hidrocarburos en Argentina, que el actual gobierno nacional logró revertir en los últimos años, según expertos del CONICET.
Así concluyó un artículo del experto Ignacio Sabbatella, miembro del Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo (OETEC) e investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), que analiza el paso de Guadagni por el área energética durante la última dictadura cívico militar, y cuando Eduardo Duhalde ocupó el Poder Ejecutivo, en 2002.
Sabbatella destacó que durante la primera gestión, de julio de 1982 a diciembre de 1983, Guadagni "fue artífice de la renegociación de contratos con las empresas de capital nacional que habían accedido a la explotación de áreas productivas de YPF por licitación pública desde 1977, bajo la denominada privatización periférica de la petrolera estatal".
Al respecto, indicó que "firmas como Pérez Companc, Bridas, Techint, Pluspetrol y Astra se habían hecho de un negocio sumamente rentable y de escaso riesgo, ya que todas las áreas tenían reservas comprobadas e infraestructura adecuada para su explotación a partir de inversiones previas de YPF".
Además, subrayó que "los contratos establecían que el petróleo que extrajeran los contratistas debía ser adquirido por la empresa estatal a un precio que generalmente excedía el costo de explotación que YPF tenía en otras áreas de similares características".
"Como si fuera poco, los contratistas obtuvieron condiciones aún más ventajosas cuando renovaron los contratos en marzo de 1983, durante la gestión de Guadagni", afirmó Sabbatella.
Según consta en un informe realizado por los investigadores del CONICET Esteban Serrani y Ana Castellani, las nuevas pautas de contratación que beneficiaron a las contratistas privadas incluían "el establecimiento de un nuevo nivel de producción básica, sustancialmente menor al volumen de extracción que las empresas mantenían antes de la renegociación".
También permitían "la fijación de precios más elevados para la producción básica, que significó un aumento promedio del orden del 86,4 por ciento".
La renegociación conducida por Guadagni asimismo posibilitó "la condonación de las multas por incumplimiento en la producción básica comprometida originariamente en los contratos, por un total aproximado de 40 millones de dólares".
"De manera que su primera etapa al frente de la Secretaría de Energía no sólo es condenable por haber tenido lugar durante la peor dictadura que asoló a nuestro país, sino también porque bajo su gestión se aprobaron condiciones contractuales que deterioraban aún más el patrimonio de YPF en beneficio de un puñado de grupos económicos, al mismo tiempo cómplices de esa dictadura", puntualizó Sabbatella.
En cuanto a la segunda etapa, que fue de marzo a julio de 2002, precisó que "la extracción de crudo se redujo 0,8%, pero la exportación aumentó 1,9 en relación al mismo período del año anterior, pese a la preocupación oficial por limitar las ventas externas".
Además, remarcó que "la extracción de gas natural disminuyó más bruscamente, un 9,4%; y la relación de exportaciones sobre extracción aumentó de 12 a 13 por ciento".
En materia de refinación, destacó que se produjo "una caída importante de la producción", y añadió que "el procesamiento de crudo retrocedió 7,3%; la elaboración de gasoil, 11,4; y la de nafta súper, 15,2 por ciento".
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