Monzó preocupado: “Si seguimos así en vez de timbreo vamos a hacer ring raje”

EL PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS ASEGURA QUE NO VA A IRSE DEL PRO PERO CRECE SU ENFRENTAMIENTO CON MARCOS PEÑA.

El régimen macrifascista apartó de la toma de decisiones a Emilio Monzó, tercero en la cadena de mando presidencial, porque cuestionó que el rumbo de la administración de Mugrizio Macri estaba volcado más al marketing que a la política.

“Si seguimos así en vez de timbreo vamos a hacer ring raje”, repite el presidente de la Cámara de Diputados. La agencia DyN publicó un cable con implacables conceptos de Monzó que en el entorno del diputado ratificaron en buena medida.

Estos conceptos expresan lo que dijo Monzó en una reunión caliente que tuvo con Macri y Marcos Peña en la Quinta de Olivos un mes atrás. La reunión terminó a los gritos y con Monzó apartado de la toma de decisiones del régimen y del armado de la provincia de Buenos Aires.

Críticas similares había hecho el tucumano Pablo Walter en el último consejo partidario del PRO en San Juan. Walter cuestionó que los organismos críticos de la administración, como la ANSeS, Aduana, la AFIP y los programas de Desarrollo Social estén en manos de kirchneristas, que sólo esperan el momento para usar los resortes del Estado en contra del propio régimen. 

La respuesta del ex hijastro de Flavia Palmiero ante este tipo de cuestionamientos, es que la gente lo apoyó y que cuando “arranque” la economía podrá encolumnar a todos.

Contra el diario de Yrigoyen

El corrimiento de Monzó es un hecho inédito para un dirigente que no sólo es tercero en la línea sucesión, sino que garantiza leyes en el Congreso, un rol político institucional que es crítico en este gobierno que no tiene mayoría propia.

“Emilio no trabaja en la redacción del diario de Yrigoyen", graficaron desde el espacio de Monzó, en una crítica velada a Peña, el principal apuntado cuando se cuestiona al marketing. "El esquema Festilindo lo pudimos aguantar en la Legislatura porteña, pero no en el gobierno nacional", agregaron las fuentes y confirmaron que a Monzó lo excluyeron de todo dialogo y análisis de la política.

Pese a que es el principal armador político del PRO, lo corrieron porque se queja que “la política bonaerense está armada por porteños que no conocen la provincia”.

Ahora, tras protestar en soledad durante meses, Monzó confirmó el fracaso de la cooptación de intendentes por parte de María Eugenia Vidal, que quedó en evidencia con la insustancial incorporación de Joaquín de la Torre al gabinete. Otra prueba es la cumbre que debió apurar la gobernadora para reunir a su tropa y pedirles que trabajen ya mismo en sus distritos porque no va a sumar más intendentes peronistas.

Pese a este clima conflictivo, allegados a Monzó aclararon que el diputado no tiene pensado irse ni con el vende humo Sergio Massa ni con Florencio Randazzo, dos dirigentes de su misma generación con los que comparte miradas y códigos políticos.