Editorial - Por Soledad Sganga
EL ÚLTIMO VIERNES, MUGRIZIO MACRI INAUGURÓ UNA NUEVA ETA DE LA ARGENTINA: LA VETOCRACIA.
El viernes, el presidente de nuestra golpeada patria anunció el veto de la ley llamada “antidespido”. En sus argumentos, como siempre hizo referencia al gobierno anterior. Lo que omite decir es que cuando dice que el gobierno anterior se oponía a ésta ley, sea cierto o no, la coyuntura era diametralmente distinta.
No contábamos con una ola de despidos sino por el contrario, había generación de empleo a través de distintas políticas públicas. Más aún, en medio de una crisis financiera mundial que comenzó en el año 2008 y todavía no se superó.
Según el ex hijastro de Flavia Palmiero es una ley antiempleo. Habría que recordarle que esta ley de emergencia laboral no hubiera sido necesaria si se hubieran aplicado medidas a favor de los trabajadores y no de los titulares del poder real, al cual él mismo responde.
Anunció el veto de la ley, en una fábrica en la cual se encontraban trabajadores que fueron despedidos y reprimidos, mientras tanto la gran mayoría de los trabajadores que no fueron reincorporados a la fábrica estaban reclamando por su reincorporación. Al mismo tiempo del anuncio, y sin olvidar el papel al mejor estilo servilleta a modo de compromiso por parte de los empresarios firmado la semana pasada, se producía el despido de trabajadores de una textil.
Y se puede seguir el hilo de su hipocresía ya que también a menos de horas de firmado ese falso acuerdo con los empresarios, los firmantes siguieron con los despidos. Al comienzo de su mandato muchos se comieron “los ñoquis”, sin comprender que los despidos en el estado es la puerta que abre para que los empresarios, es decir el sector privado, puedan abrir la puerta y comenzar con los despidos.
La pregunta que surge inevitablemente es ¿hasta dónde le da el carretel? En casi seis meses hubo una transferencia de recursos obscena. No hubo una sola medida tomada que haya beneficiado a los trabajadores, sean registrados o no. Ni siquiera los anuncios, que pretenden instalar como medidas a favor de la masa trabajadora, se pueden calificar de parches.
Ante la nueva envestida de un régimen neoliberal que reinstaura la apertura de la economía, quita de retenciones, aumento de tarifas, devaluación, disparada de precios y fuga de capitales; no hay medida que sea en absoluto beneficiosa.
Paritarias, que en el caso de la Provincia de Buenos Aires fueron abiertas por orden judicial, en tramos, en porcentajes muy por detrás del aumento de la inflación. Los aumentos en la AUH o el seguro de desempleo, quedan totalmente anulados ya que no hay una contención por parte de la política económica y social que haga valer ese aumento, que dicho sea de paso, es un aumento establecido por ley. Obras que se anuncian como propias y que sin embargo son obras anunciadas e incluso iniciadas gracias a la pesada herencia del gobierno anterior.
Los argumentos repletos de soberbia por parte de miembros del Ejecutivo quizás no tengan una respuesta por parte de la sociedad debido a la justificación absurda que se da. A modo de ejemplo los dichos de Rogelio Frigerio justificando el aumento de tarifa en la Patagonia al decir que la gente estaba calefaccionada pero con remera.
El asombro a veces también paraliza. Si algo de bueno se puede rescatar de éstos seis meses, es que se lograron cosas que no hubiéramos imaginado posibles, al menos hasta hace seis meses atrás. La unidad de las centrales nucleadas en la CGT, universitarios junto con sus docentes defendiendo la universidad pública, el repudio permanente por parte de un sector importante de la Iglesia, desde el Vaticano hasta el grupo de Curas en Opción por los Pobres.
Te van a vender que a partir de unos días los precios van a bajar, al igual que la inflación. Y seguramente sea cierto, pero no por medidas efectivas del régimen sino todo lo contrario. Sin industria, sin pymes, sin mercado interno y con más de 100.000 familias sin trabajo es lógico que esos valores tiendan a la baja. Tienden a la baja mientras lo que sube es el descontento social.
Sería bueno que de una buena vez por todas dejen de hacer referencia a "la pesada herencia", que asuman que son gobierno y que ahora el destino del país esta en sus manos.
El primer semestre del año vivimos en una decretocracia. El viernes 20 de mayo de 2016 se dio inicio a la vetocracia. Si todavía no te preguntaste que pasó con tus méritos porque los números no te cierran, si todavía no entendiste porque te dicen que son mejores las duchas cortas y que es malo trabajar 10 años en un mismo lugar, preguntátelo. ¿Es posible que los méritos y la revolución de la alegría sólo sean esporádicos? ¿Es posible que tu capacidad de trabajo o de producción sólo haya durado mínimo 10 años y en menos de seis meses la hayas perdido?
Ah, y cuando te quejes del revanchismo, la dictadura K y la corrupción, no te olvides que la persona que actualmente esta en el ejercicio del Poder Ejecutivo y la mayoría de los miembros de su gabinete y allegados están procesados, con causas judiciales en curso y con cuentas y empresas offshore en Panamá.
El presidente lo dijo el viernes: no es mago. Nada de esto fue magia.
EL ÚLTIMO VIERNES, MUGRIZIO MACRI INAUGURÓ UNA NUEVA ETA DE LA ARGENTINA: LA VETOCRACIA.
El viernes, el presidente de nuestra golpeada patria anunció el veto de la ley llamada “antidespido”. En sus argumentos, como siempre hizo referencia al gobierno anterior. Lo que omite decir es que cuando dice que el gobierno anterior se oponía a ésta ley, sea cierto o no, la coyuntura era diametralmente distinta.No contábamos con una ola de despidos sino por el contrario, había generación de empleo a través de distintas políticas públicas. Más aún, en medio de una crisis financiera mundial que comenzó en el año 2008 y todavía no se superó.
Según el ex hijastro de Flavia Palmiero es una ley antiempleo. Habría que recordarle que esta ley de emergencia laboral no hubiera sido necesaria si se hubieran aplicado medidas a favor de los trabajadores y no de los titulares del poder real, al cual él mismo responde.
Anunció el veto de la ley, en una fábrica en la cual se encontraban trabajadores que fueron despedidos y reprimidos, mientras tanto la gran mayoría de los trabajadores que no fueron reincorporados a la fábrica estaban reclamando por su reincorporación. Al mismo tiempo del anuncio, y sin olvidar el papel al mejor estilo servilleta a modo de compromiso por parte de los empresarios firmado la semana pasada, se producía el despido de trabajadores de una textil.
Y se puede seguir el hilo de su hipocresía ya que también a menos de horas de firmado ese falso acuerdo con los empresarios, los firmantes siguieron con los despidos. Al comienzo de su mandato muchos se comieron “los ñoquis”, sin comprender que los despidos en el estado es la puerta que abre para que los empresarios, es decir el sector privado, puedan abrir la puerta y comenzar con los despidos.
La pregunta que surge inevitablemente es ¿hasta dónde le da el carretel? En casi seis meses hubo una transferencia de recursos obscena. No hubo una sola medida tomada que haya beneficiado a los trabajadores, sean registrados o no. Ni siquiera los anuncios, que pretenden instalar como medidas a favor de la masa trabajadora, se pueden calificar de parches.
Ante la nueva envestida de un régimen neoliberal que reinstaura la apertura de la economía, quita de retenciones, aumento de tarifas, devaluación, disparada de precios y fuga de capitales; no hay medida que sea en absoluto beneficiosa.
Paritarias, que en el caso de la Provincia de Buenos Aires fueron abiertas por orden judicial, en tramos, en porcentajes muy por detrás del aumento de la inflación. Los aumentos en la AUH o el seguro de desempleo, quedan totalmente anulados ya que no hay una contención por parte de la política económica y social que haga valer ese aumento, que dicho sea de paso, es un aumento establecido por ley. Obras que se anuncian como propias y que sin embargo son obras anunciadas e incluso iniciadas gracias a la pesada herencia del gobierno anterior.
Los argumentos repletos de soberbia por parte de miembros del Ejecutivo quizás no tengan una respuesta por parte de la sociedad debido a la justificación absurda que se da. A modo de ejemplo los dichos de Rogelio Frigerio justificando el aumento de tarifa en la Patagonia al decir que la gente estaba calefaccionada pero con remera.
El asombro a veces también paraliza. Si algo de bueno se puede rescatar de éstos seis meses, es que se lograron cosas que no hubiéramos imaginado posibles, al menos hasta hace seis meses atrás. La unidad de las centrales nucleadas en la CGT, universitarios junto con sus docentes defendiendo la universidad pública, el repudio permanente por parte de un sector importante de la Iglesia, desde el Vaticano hasta el grupo de Curas en Opción por los Pobres.
Te van a vender que a partir de unos días los precios van a bajar, al igual que la inflación. Y seguramente sea cierto, pero no por medidas efectivas del régimen sino todo lo contrario. Sin industria, sin pymes, sin mercado interno y con más de 100.000 familias sin trabajo es lógico que esos valores tiendan a la baja. Tienden a la baja mientras lo que sube es el descontento social.
Sería bueno que de una buena vez por todas dejen de hacer referencia a "la pesada herencia", que asuman que son gobierno y que ahora el destino del país esta en sus manos.
El primer semestre del año vivimos en una decretocracia. El viernes 20 de mayo de 2016 se dio inicio a la vetocracia. Si todavía no te preguntaste que pasó con tus méritos porque los números no te cierran, si todavía no entendiste porque te dicen que son mejores las duchas cortas y que es malo trabajar 10 años en un mismo lugar, preguntátelo. ¿Es posible que los méritos y la revolución de la alegría sólo sean esporádicos? ¿Es posible que tu capacidad de trabajo o de producción sólo haya durado mínimo 10 años y en menos de seis meses la hayas perdido?
Ah, y cuando te quejes del revanchismo, la dictadura K y la corrupción, no te olvides que la persona que actualmente esta en el ejercicio del Poder Ejecutivo y la mayoría de los miembros de su gabinete y allegados están procesados, con causas judiciales en curso y con cuentas y empresas offshore en Panamá.
El presidente lo dijo el viernes: no es mago. Nada de esto fue magia.
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