martes, 24 de mayo de 2016

El régimen macrifascista presiona para aprobar los jueces de la Corte el 15 de junio

FRIGERIO PUNTEA LOS VOTOS PARA AVALAR LOS PLIEGOS DE ROSATTI Y ROSENKRANTZ. EL FPV-PJ, CERCA DE LA RUPTURA.

Mugrizio Macri está deseoso de una buena noticia del Congreso y para el 15 de junio le prometieron una: ese día, Rogelio Frigerio espera tener los 48 votos necesarios para aprobar los pliegos de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como jueces de la Corte Suprema de Justicia.

El ministro del Interior viene punteando los votos hace meses, pero fue el miércoles tras cerrar un acuerdo por coparticipación con los gobernadores que creyó haber llegado a los dos los dos tercios.

"Hasta hace dos semanas Frigerio días decía que le faltaban 6, ahora confía en que tiene los votos para el 15 de junio", confiaron dos senadores que participaron de las negociaciones. 

Tanto es embale de Macri que pidió acordar en el mismo paquete la venta de acciones que el Gobierno tiene en empresas privados, heredadas con la estatización de la AFJP. Luis Blaquier, presidente del del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS, estuvo sondeando inversores en Wall Street.

La excusa será la cancelación inmediata de los juicios a los jubilados con una porción de ese dinero, que difícilmente convenza a los kirchneristas duros, que en noviembre sancionaron una ley impulsada por Axel Kicillof para conservar estas acciones. 

Los pliegos de Rosatti y Rosenkrantz están congelados hace dos meses, cuando tras rendir examen ante la Comisión de Acuerdos, el Frente para la Victoria-PJ condicionó su aprobación en el recinto a la ampliación de la Corte a 7 o 9 miembros.

La propuestas motorizada por Miguel Pichetto y Adolfo Rodríguez Saá, ambos con pretensiones personales: el primero está desesperado por ser juez y el puntano quiere una silla para su coterránea Liliana Negre de Alonso, la senadora con más antigüedad.

Como el ex hijastro de Flavia Palmiero se negó terminantemente a abrir ese debate, la Corte Suprema siguió con 3 miembros y sólo puede emitir dictámenes por mayoría. Ricardo Lorenzetti no está contento y eso no es bueno para Macri. 

La negociación se reavivó con los adelantos de coparticipación, pero los números siguen finos: con 25 en contra un pliego se cae y se sabe que hay al menos 17 del bloque FpV-PJ autodefinidos cristinistas y decididos a rechazar ambos pliegos.

Los acusan de haber aceptado ser nombrados en diciembre por un decreto de Macri, quien cuando supo que su capricho derivaría en una ola de reclamos judiciales retrocedió y envió los pliegos al Senado. 

Pero el daño ya estaba hecho. En las audiencias a Rosatti y Rosenkrantz le preguntaron si hubieran asumido por decreto y respondieron diferente: el ex ministro de Justicia dijo que si y el ex abogado de Clarín sobreactuó un no, que al menos dejó contento a los senadores peronistas. Pero su cercanía al multimedio le impide cualquier cercanía con los K.

El fallido de Rosatti generó una contradicción entre los senadores peronistas, porque antes de escucharlos evaluaban aprobar sólo su pliego y negociar una ampliación con Rosenkrantz como moneda de cambio, un plan que no se descartó del todo. 

Por si faltaba algo, las organizaciones feministas presionaron para cubrir al menos una vacante con una mujer y lograron el respaldo en varias senadoras.

Como Macri se negó siquiera a especular con una ampliación del Tribual el problema sigue latente y hay varias senadoras peronistas que, al menos hace dos meses, estaban dispuestas a rebelarse. Son las que hay que ratificar estos días. 

Así las cosas, en el régimen macrifascista ya descartan a ese subgrupo del FpV-PJ que destrató a Pichetto en la última reunión de bloque. "Ese día nos dividimos o no nos recuperamos más", presagió un senador cercano a un gobernador, que evita defenderlo en público. 

Un dato: el rionegrino jamás planteó la negociación de la Corte en esos encuentros, consciente de que hay un grupo que votará en contra. El principal lobbista de los pliegos dentro del bloque es Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador de Salta. 

Del resto de la oposición, en la alianza de derecha Cambiemos no cuentan con el turco innombrable, Fernando “Pino” Solanas, Magdalena Odarda y prefieren no pedirle ayuda a Jaime Linares, cercano a Margarita Stolbizer. Pero confían en que al menos alguno pegue un faltazo, se abstenga o se anime a votar al menos a uno.

Confían en el peronismo federal y en la mayoría del FpV-PJ, sobre todo porque no todos los gobernadores quedaron felices tras el acuerdo de Córdoba. 

Pero el trabajo no está terminado. El gobernador de La Pampa Carlos Verna, por ejemplo, sigue reclamando cuentas pendientes y ya dio muestras de golpear bajo: Daniel Lovera, uno de sus dos senadores, fue el autor de la ley antidespidos, finalmente sancionada y vetada por Macri. 

Los patagónicos se pelearon este lunes con Juan José Aranguren por el sangriento tarifazo de gas. No llegaron a un acuerdo. Frigerio sabe que esos problemas deben calmarse, al menos en estos 15 días.

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