El presidente uruguayo rechazó la millonaria oferta que le realizó un jeque arabe para comprar su histórico vehículo.
El presidente uruguayo, José Mujica confesó que está enamorado de sus autos escarabajos y que piensa quedárselos hasta el fin de sus días. El hombre que vive sus últimos días como presidente en ejercicio recibió ofertas millonarias para desprenderse de los autos y no las aceptó.
"Desde siempre somos amigos de los Fusca. Recordamos el primero que conocimos cuando éramos muchachitos en la década del 50. Nos chocó, nos pareció horrible. Con el paso de los años, cuando entre otras cosas intentábamos cambiar la suerte del mundo en el que vivimos, nos sentimos enamorados de los 'Fusca'. Hasta el día de hoy", relató el Mujica en su audición radial de M24.
El mandatario, de 79 años, siguó hablando de sus dos autos: "Uno está un poco desvencijado, tanto que está guardado en el galpón y no anda. Y este que estamos usando desde que somos presidente y que un puñado de amigos hizo una colecta y nos lo regaló".
Mujica dijo que "nunca" lo podría vender. "Ofenderíamos a ese puñado de amigos que se juntaron para hacernos este obsequio. Los dos Fuscas van a vegetar en los viejos galpones mientras que estemos vivos y el porvenir dirá el de su destino", aseguró.
Sobre la oferta recibida por parte de un jeque árabe a mediados de este año, que estaba dispuesto a comprar el auto del mandatario, Mujica confirmó que "trascendió un hecho verídico, una oferta que nos habían hecho".
El presidente también señaló que "hay amigos uruguayos que están exhibiendo por ahí, en las redes, clamando que el Fusca no se vaya del país. Yo no sé si algún día no se va o se va, pero mientras yo viva va a dormir en el galpón y de vez en cuando dará una vueltita".
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