lunes, 9 de mayo de 2016

Una duda existencial generada por la Revolución de la Alegría: ¿gas o electricidad, qué usar para calefaccionarse?

¿ARTEFACTOS A GAS O ELÉCTRICOS? ¿PAGAR MÁS EN UNA FACTURA O EN OTRA? ESTA NOTA TRATA DE SIMPLIFICAR Y AYUDAR A UNA ECUACIÓN QUE PERMITIRÁ AHORRAR DINERO DEL PRESUPUESTO QUE TIENE UNA FAMILIA.

Eficiencia, consumo, tarifas, tipo de conexión, seguridad y distribución son algunas de las variables que ahora influyen al momento de optar por un sistema de calefacción que permita sobrellevar los meses de invierno sin arrasar con el bolsillo.

Lejos de un dilema binario sencillo que -subsidios en tarifas mediante- se dirimía hasta hace no mucho por la simple predilección o existencia doméstica de artefactos a gas o eléctricos, ahora la decisión de cómo calentar una casa o departamento obedece a factores más racionales y menos -mucho menos- mundanos.

Los motivos, en principio, son dos. Uno, la quita de subsidios a los servicios que incrementó hasta un 300 por ciento la boleta de gas y 500 la de luz. El otro, la crisis en materia de generación y distribución eléctrica que el último año redundó en cortes de hasta 33 horas promedio al año por usuario.

Entonces, ¿qué conviene? ¿Tiro balanceado o aire frío-calor? ¿radiador o estufa? ¿caloventor o losa radiante? ¿Bufanda o edredón? Ese, a partir de ahora, será el dilema capital que deberán resolver los usuarios de cara a los meses más fríos del año.

"Un sistema eficiente es aquel que para dar el servicio necesario consume menos energía. En calefacción, la ecuación es cuánta energía consume y cuánto calor te entrega", explicó Carlos Tanides, Coordinador del programa Ambiente y Energía de Fundación Vida Silvestre.

Sin embargo, antes de sugerir optar por gas o electricidad, lo que Tanides recomienda es acondicionar el hábitat de la forma más racional posible: "los famosos 'chifletes' son en realidad cantidades enormes de frío que entran al hogar cuando las ventanas o las puertas no están cerradas herméticamente. Entonces, primero sugiero poner burletes y, después, abrigarse y no pretender estar vestido como en verano dentro del hogar. Con esas dos medidas, cualquier sistema requerirá menor consumo y temperatura para mantener agradable el ambiente".

Ahora sí, según Tanides, que además es titular de Top Ten Argentina -capítulo local de la iniciativa presente en mas de 20 países que permite al consumidor encontrar los electrodomésticos del mercado más eficientes en términos de energía- la mejor opción para combatir el frío es "sin duda alguna, el aire acondicionado".

"El frío-calor con etiqueta de eficiencia A/A -la más eficiente- consume cuatro veces menos que un tiro balanceado. La diferencia es muy grande y el mundo busca ir hacia ese tipo de aparatos porque además emite muchísimos menos gases de efecto invernadero", explicó.

La aseveración va en sintonía con las elecciones de los usuarios. Desde una empresa de electrodomésticos afirman que las preferencias de los consumidores muestran preponderancia en sistemas de calefacción eléctrica "en más de un cincuenta por ciento".

Algo semejante relevaron en la plataforma de venta online Mercado Libre, donde el 76 por ciento de los compradores de estos aparatos opta por versiones eléctricas, mientras que solo el 21 por ciento lo hace por las que funcionan a gas.

Sin embargo, de aquel total, sólo el 12 por ciento se volcó a los split frío-calor (entre 6.500 y 15 mil pesos) y el 33.5 optó por los paneles (800 y 1.800). No obstante, la predilección eléctrica se enfrenta con un problema coyuntural innegable: en 2003, los cortes promedio de suministro eléctrico era de seis horas por usuario por año, mientras que en 2014 escaló a 33.

"En los últimos años, en barrios como Puerto Madero, Palermo o Villa Urquiza, más del 60 por ciento de las nuevas construcciones de edificios solo tiene conexión eléctrica", sentenció Danilo Antoniazzi, titular de la Asociación Civil sin fines de lucro Acción Sustentable.

Es que este tipo de proyectos significa para constructores, arquitectos y desarrolladores inmobiliarios la posibilidad de abaratar precios y tiempos de obra, a la vez que evitan los requisitos de seguridad para la instalación de gas que, a la vez, permiten proyectar cocinas y ambientes en cualquier parte de la casa. Sin embargo, si de confort térmico se trata, Antoniazzi aseguró que las calderas duales que funcionan con gas y el transporte de agua caliente (losa radiante/radiadores) ofrecen la mejor solución.

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