MARCOS PEÑA ESCRIBIÓ UNA CARTA POR FACEBOOK PARA REFERIRSE AL ENCUENTRO QUE MANTENDRÁ EL PAPA FRANCISCO CON HEBE DE BONAFINI Y COMPARÓ A AL TITULAR DE MADRES DE PLAZA DE MAYO CON EL HOMBRE QUE LE PEGÓ UN TIRO A JUAN PABLO II, EN MEDIO DE LA TENSIÓN DEL RÉGIMEN CON LA IGLESIA.
En una sinuosa carta titulada “El Papa y Hebe”, Peña aseguró que “hay mucha gente que se sintió ofendida o indignada porque el Papa Francisco va a recibir a Hebe de Bonafini”.
“Los entiendo. No la conozco personalmente a Bonafini, pero es difícil encontrar otro argentino que haya sido tan agresiva y ofensiva contra todo aquel que pensara distinto que ella”, disparó el jefe de gabinete, quien aseguró que “la división y la confrontación nos ha enfermado”.
En otro párrafo, habla de “lados”, al señalar que “también muchos sienten que son demasiados gestos para un lado y pocos para el otro", acaso aludiendo a las fotos del Papa con dirigentes kirchneristas y la relación tensa con el régimen actual.
“Creo que más allá de las cosas que nos gusten o no, entendamos que la tarea del Papa es espiritual y evangélica, no política partidaria”, advirtió Peña, delimitando el rango de acción de Su Santidad.
Luego, el jefe de gabinete realizó una sugestiva comparación: “recordemos que Juan Pablo II visitó en la cárcel a quien lo intento matar. O que Mandela se juntó con quienes lo tuvieron preso y mataron a su gente durante décadas. Y son ejemplos que sirvieron a toda la humanidad” y remató diciendo que “podemos estar en desacuerdo con cualquier acción del Papa, pero cuidémoslo más”.
Tensión
En el mismo momento en el que Peña publicaba la carta, Macri recibió en la residencia de Olivos, monseñor José María Arancedo, monseñor Mario Poli y monseñor Carlos Malfa, presidente, vicepresidente primero y secretario general de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), respectivamente.
El objetivo del pelotudo es reducir la tensión que existe entre el régimen y la Iglesia Católica por la prácticamente nula relación entre la Rosada y el Vaticano, pese a los gestos que había hecho Macri cuando pobló el ministerio de Desarrollo Social de Carolina Stanley con funcionarios vinculados a la Iglesia.
Como reveló Currín, la relación entre el régimen de Mugrizio Macri y el Papa está en su peor momento y parece no tener retorno.
Francisco quiere unir a los movimientos sociales, tanto kirchneristas como antikirchneristas, como un segundo capítulo de la reunificación de las cinco centrales obreras.
El Sumo Pontífice puso a trabajar en ese sentido al presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Eduardo Lozano, que en las próximas semanas reunirá en la Capital a representantes de los movimientos sociales.
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