LOS NEWMAN BOYS AYUDAN A "BIBLITA" EN LA CRUZADA CONTRA EL TANO, QUE BUSCA FRENAR A BONADIO Y A LOS JUECES FEDERALES.
El procesamiento de Cristina Kirchner ordenado por el clarinista juez federal Claudio Bonadio esconde una interna entre Daniel “Tano” Angelici y Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, dos de los históricos asesores judiciales de Mugrizio Macri.
Angelici, presidente de Boca y operador judicial en las sombras, fue corrido del centro de la rosca judicial por el ex hijastro de Flavia Palmiero luego de que Elisa Carrió lo denunciara en la Justicia.
Su disputa de poder con "Pepín" Rodríguez Simón -estratega de Clarín en la embestida contra la Ley de Medios, hombre encargado del armado de la tristemente célebre UCEP Y uno de los asesores preferidos del presidente que tuvo a su cargo la redacción de varios decretos que causaron polémica-, está al borde del estallido.
Más aún luego de que "el Tano" se enterara quien le filtraba información a la desquiciada "Biblita" para motivar las denuncias en su contra era el propio "Pepín", en tándem con los abogados del grupo de los “Newman Boys”. Ellos son los ex compañeros de secundaria de Macri que integran el grupo “Compromiso para el Cambio”: Pablo Clusellas, secretario Legal y Técnico; José Torello, jefe de asesores de la Rosada, y Mauricio Devoto, funcionario del ministerio de Justicia y cuñado de Nicolás “Nicky” Caputo, el máximo socio del hijo bobo de Franco Macri.
Rodeado por Rodríguez Simón, Carrió y los compañeros de colegio de Macri, Angelici olvidó el veto que tiene en el fuero federal -la Justicia porteña la sigue manejando a gusto- y comenzó a operar en el Consejo de la Magistratura para que investigue una denuncia de de Cristina Kirchner contra el juez Bonadio, que de avanzar podría desembocar en su juicio político.
Quien quedó al frente de esa investigación es Juan Bautista Mahiques, el representante del Ejecutivo en la Magistratura. Mahiques es un hombre de Angelici y es hijo del ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Carlos Mahiques. Su hermano Ignacio fue designado hoy en la investigación contra Cristina y Máximo Kirchner por el caso Hotesur.
Los tres Mahiques reportan a Angelici y tienen vínculos cercanos con La Cámpora. En ese sentido, son amigos de Eduardo “Wado” de Pedro, a quien conocen desde hace años porque todos son de la localidad de Mercedes. Angelici busca con ellos ponerle un freno a los jueces federales para que no crean que tienen rienda suelta y cortar el Mani Pulite con el caso Lázaro Báez, sin llegar a Cristina.
En ese mismo sentido se había expresado el ministro de Justicia, Germán Garavano, que dijo la semana pasada que "nunca es bueno para un país que una ex presidenta caiga presa". Luego, por la presión de aliados como Carrió, debió salir a pedir a los jueces y fiscales federales que avancen en las causas de corrupción.
Las idas y vueltas de Garavano forman parte del debate que cruza a la alianza de derecha Cambiemos respecto de cómo pararse frente al avance de fiscales y jueces en contra de la administración anterior, que podría desestabilizar al país si entra en una espiral como el Lava Jato brasileño y avanza sobre los grandes empresarios y banqueros que participaron del sistema que construyó el kirchnerismo.
Bien asesorada, Carrió no se tomó ni un día para reaccionar ante la maniobra de Angelici en la Magistratura: en un día de furia en el que se fue enojada de Olivos por el nuevo blanqueo de capitales (ver nota aparte en esta misma edición), ayer lanzó una bomba contra la Justicia y le reclamó a Ricardo Lorenzetti que le remita su declaración jurada, la del resto de los integrantes de la Corte Suprema y la de todos los jueces del fuero federal.
El último en reaccionar fue Bonadio, que redobló la apuesta tras las presiones de Angelici y ordenó el procesamiento de Cristina, el primero que tiene la ex presidenta, además del de Alejandro Vanoli y Axel Kicillof (ver nota aprte en esta misma edición).
El procesamiento de Cristina Kirchner ordenado por el clarinista juez federal Claudio Bonadio esconde una interna entre Daniel “Tano” Angelici y Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, dos de los históricos asesores judiciales de Mugrizio Macri.
Angelici, presidente de Boca y operador judicial en las sombras, fue corrido del centro de la rosca judicial por el ex hijastro de Flavia Palmiero luego de que Elisa Carrió lo denunciara en la Justicia.
Su disputa de poder con "Pepín" Rodríguez Simón -estratega de Clarín en la embestida contra la Ley de Medios, hombre encargado del armado de la tristemente célebre UCEP Y uno de los asesores preferidos del presidente que tuvo a su cargo la redacción de varios decretos que causaron polémica-, está al borde del estallido.
Más aún luego de que "el Tano" se enterara quien le filtraba información a la desquiciada "Biblita" para motivar las denuncias en su contra era el propio "Pepín", en tándem con los abogados del grupo de los “Newman Boys”. Ellos son los ex compañeros de secundaria de Macri que integran el grupo “Compromiso para el Cambio”: Pablo Clusellas, secretario Legal y Técnico; José Torello, jefe de asesores de la Rosada, y Mauricio Devoto, funcionario del ministerio de Justicia y cuñado de Nicolás “Nicky” Caputo, el máximo socio del hijo bobo de Franco Macri.
Rodeado por Rodríguez Simón, Carrió y los compañeros de colegio de Macri, Angelici olvidó el veto que tiene en el fuero federal -la Justicia porteña la sigue manejando a gusto- y comenzó a operar en el Consejo de la Magistratura para que investigue una denuncia de de Cristina Kirchner contra el juez Bonadio, que de avanzar podría desembocar en su juicio político.
Quien quedó al frente de esa investigación es Juan Bautista Mahiques, el representante del Ejecutivo en la Magistratura. Mahiques es un hombre de Angelici y es hijo del ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Carlos Mahiques. Su hermano Ignacio fue designado hoy en la investigación contra Cristina y Máximo Kirchner por el caso Hotesur.
Los tres Mahiques reportan a Angelici y tienen vínculos cercanos con La Cámpora. En ese sentido, son amigos de Eduardo “Wado” de Pedro, a quien conocen desde hace años porque todos son de la localidad de Mercedes. Angelici busca con ellos ponerle un freno a los jueces federales para que no crean que tienen rienda suelta y cortar el Mani Pulite con el caso Lázaro Báez, sin llegar a Cristina.
En ese mismo sentido se había expresado el ministro de Justicia, Germán Garavano, que dijo la semana pasada que "nunca es bueno para un país que una ex presidenta caiga presa". Luego, por la presión de aliados como Carrió, debió salir a pedir a los jueces y fiscales federales que avancen en las causas de corrupción.
Las idas y vueltas de Garavano forman parte del debate que cruza a la alianza de derecha Cambiemos respecto de cómo pararse frente al avance de fiscales y jueces en contra de la administración anterior, que podría desestabilizar al país si entra en una espiral como el Lava Jato brasileño y avanza sobre los grandes empresarios y banqueros que participaron del sistema que construyó el kirchnerismo.
Bien asesorada, Carrió no se tomó ni un día para reaccionar ante la maniobra de Angelici en la Magistratura: en un día de furia en el que se fue enojada de Olivos por el nuevo blanqueo de capitales (ver nota aparte en esta misma edición), ayer lanzó una bomba contra la Justicia y le reclamó a Ricardo Lorenzetti que le remita su declaración jurada, la del resto de los integrantes de la Corte Suprema y la de todos los jueces del fuero federal.
El último en reaccionar fue Bonadio, que redobló la apuesta tras las presiones de Angelici y ordenó el procesamiento de Cristina, el primero que tiene la ex presidenta, además del de Alejandro Vanoli y Axel Kicillof (ver nota aprte en esta misma edición).
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