EL juez que lleva adelante la causa Ciccone hizo a un lado sus obligaciones para asistir al mundial que más le interesa: el de canarios, una actividad que -al igual que el turf- apasiona al magistrado.
Más vale pájaro en mano que cien volando. El juez Ariel Lijo, luego de varias semanas intensas que terminaron con seis procesamientos -entre ellos el del vicepresidente Amado Boudou-, decidió tomarse un impasse.
En los pasillos de Tribunales se dio a conocer la noticia que asistiría al mundial. Pero no al que pensamos, sino que se trata del Campeonato Mundial de Canaricultura.
Por eso, se tomó una licencia para viajar a Córdoba, donde se llevará a cabo el importante evento que tendrá como protagonistas a los pajaritos enjaulados.
De chico, el magistrado demostró su pasión por la cría de canarios, actividad que le fue heredada de su padre y que se practicaba en su casa.
Luego de unos días junto a los canarios, el juez regresará a Buenos Aires donde lo esperan las apelaciones que se presentarán por todos los procesamientos de la causa Ciccone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario