La ministra de Desarrollo Social sostuvo que la militancia “es un acto de amor, liso y llano, es dar la vida por un proyecto de país, por un futuro de país, es jugarse por el otro que es igual a mí, aunque piense distinto”.
Alicia Kirchner definió que la militancia y el compromiso político “no son conceptos abstractos que se leen en la teoría de papel, que salen de un escritorio o que se escuchan en las palabras de ciertos formadores de opinión”.
Así, la ministra consideró “inevitable” recordar “lo que creyeron, sintieron, padecieron y lograron nuestros próceres” y a la vez, resaltó la actividad militante que resistió a las dictaduras de Juan Carlos Onganía y que llevó adelante El Cordobazo, al que consideró como “un punto de inflexión en la historia política argentina”.
También mencionó a los militantes que continuaron su actividad durante la dictadura cívico-militar de 1976 y declaró que “en 1983, con la asunción de Raúl Alfonsín, la militancia comenzó lentamente a transitar un nuevo camino, esta vez como instrumento para fortalecer la democracia”.
Sobre los desafíos futuros, la principal referente de la agrupación Kolina aseguró que “construir y sobrepasar los límites sin amenaza alguna, más que la de su propia especulación individual” serán las tareas de los próximos años.
La funcionaria recordó que su hermano, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner ya había convocado a la juventud afirmando querer “compañeros y compañeras que piensen, que nos digan la verdad, que tengan capacidad transgresora, que nos ayuden a equivocarnos lo menos posible”.
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