En una entrevista radial, el ex presidente interino confesó que el Grupo Clarín le pidió la extensión de su licencia por 20 años. Además, respaldó al gobernador De la Chota en sus polémicos dichos a favor de la impunidad.
El ex presidente interino Ednarco Duhalde confesó haber recibido serias presiones del Grupo Clarín para obtener beneficios económicos. En una entrevista radial, el dirigente peronista dijo además que tenía un trato mano a mano con los medios.
Al ser consultado acerca del poder de Clarín, Duhalde consideró que no es cierto que cuatro tapas negativas puedan hacer caer a un gobierno. “Ningún diario tiene ese poder, ni Clarín ni los diarios más importantes que hay en Sudamérica”.
Y se despachó en una confesión que tal vez fue involuntaria: “Me pregunto con qué razón, no creo que sean simplemente razones ideológicas, sino que siempre hay monedas de por medio cuando hay ciertos personajes, quién le dio ese poder. ¿Por qué vos te pensás que a mi no me pidió extender el contrato 20 años? ¿Cuánto vale que una empresa de esas características tenga 20 años más, faltando 10 para que se termine la concesión? ¿Cuánto vale eso? ¿Cuánto vale permitirles que se unifiquen, teniendo una ventaja notoria con Cablevisión? ¿Quién se lo permite? ¿Se lo permite Duhalde? No, se lo permitió el gobierno, a mi criterio siempre haciendo negocios. Y después estaban convencidos de que se habían comprado el medio: al medio se lo puede alquilar un rato, no se lo puede comprar”.
Consultado sobre cuál fue su relación específica con Héctor Magnetto, CEO del Grupo Clarín, la respuesta de Duhalde fue: “Yo tenía trato con todos los medios, fue muy directo. Yo los recibía; a quien me pedía audiencia lo recibía. Es un diario de orientación vinculado con las ideas desarrollistas, siempre ha sido así. Y bueno…”
“Por ahí te piden algo a cambio. La verdad, que en el caso mío, simplemente te piden, te piden reuniones… Y a mí la verdad que no me gustan esas cosas, nunca he entrado en negociaciones. Y después están los que entran en negociaciones y creen que tienen comprado al medio, no es así”, agregó.
Además, el ex mandatario se sumó al polémico pedido del gobernador cordobés, José Manuel De la Chota, de bajar las penas a los genocidas a cambio de que aporten información sobre el paradero de los desaparecidos. “En todos los sistemas jurídicos que funcionan, el hecho de darle ventajas al delincuente –olvídense de los derechos humanos, vamos a ponerlo en el tema la corrupción- diciéndoles: 'Señores, si ustedes dicen la verdad les descontamos la pena'. Eso en todas las legislaciones avanzadas del mundo está. Obviamente. Argentina no lo ha aceptado, pero en Europa y Estados Unidos se ha usado; es la figura del arrepentido”, expresó.
Por último, negó que su renuncia anticipada a la Presidencia y su convocatoria a elecciones haya estado motivada por el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. “Cuando sucede ese hecho calamitoso, a mí me revolvió las tripas lo de Kosteki y Santillán, no participó ninguna fuerza nacional. Fueron sólo fuerzas provinciales. Por supuesto que eso me ocasionó un disgusto y no podía dormir esa noche, peor yo ya había expresado con mucha anticipación que iba a llamar a elecciones en aguas tranquilas. Yo no llamé a elecciones a 60 días cuando mataron a Kosteki y Santillán, las llamé a un año”, afirmó.
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