Se trata de una causa emblemática en los juicios por delitos de lesa humanidad. La justicia de La Plata juzga a dos ex policías por el secuestro y torturas a los empresarios que fueron despojados de sus bienes durante la dictadura. "Fuimos presos de Camps y de Suárez Mason, todos tenían interés en nuestros bolsillos".
Alejandro y Carlos Iaccarino |
El Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata dará a conocer el próximo 3 de junio la sentencia en el juicio oral que juzga a dos imputados por el secuestro y tormentos en perjuicio de los empresarios Alejandro, Carlos y Rodolfo Iaccarino para despojarlos de sus bienes.
El tribunal, integrado por los jueces Carlos Rozanski, Pablo Vega y Pablo Jantus, juzga desde el 15 de mayo a los ex policías Bruno Trevisan y Jorge Rómulo Ferranti por los delitos de secuestro coactivo e imposición de tormentos, en perjuicio de los hermanos Iaccarino, ocurrido en 1977.
Trevisan y Ferranti fueron jefe y subjefe de la Brigada de Investigaciones de Lanús, donde funcionó el centro clandestino de detención conocido como "El Infierno", en la ciudad bonaerense de Avellaneda. Allí, los hermanos Iaccarino fueron obligados a despojarse de sus bienes.
Durante la primera jornada, Carlos Iaccarino relató su cautiverio y precisó que, en los primeros días de agosto de 1977, los llevaron al despacho del ex policía Ferranti donde dos personas, empresarios, les comunicaron que venían a comprar las 25 mil hectáreas de campo que poseían en Santiago del Estero y un avión.
El viernes fue la última audiencia de testimonios del debate y el próximo miércoles se escucharán las últimas palabras de los dos acusados. Luego se escucharán los alegatos de las querellas y los defensores.
"Fuimos presos de Camps y de Suárez Mason, todos tenían interés en nuestros bolsillos", recordó el viernes el empresario hotelero Luis Guillermo Taub quien al ser secuestrado en 1977 y llevado a "El Infierno", era propietario junto a su familia de una casa de cambio, un campo en la localidad de Maipú, dos hoteles y otras propiedades. El testigo remarcó que, como consecuencia de su secuestro, junto con su padre Benjamín y su madre, fueron desapoderados de esas propiedades.
"Hemos tenido un enorme perjuicio económico por lo que nos pasó. Teníamos el Hotel Liberty que quedo en manos de la gente esta", precisó y apuntó a personas vinculadas con el jefe del I cuerpo del Ejército, Guillermo Suárez Mason, y a la Aeronáutica.
Explicó que durante el cautiverio de su familia, el hotel quedó en manos de la represión: "Pusieron un administrador y se lo quedaron. La propietaria del hotel era una sociedad uruguaya", recordó. Y reafirmó la transferencia forzada a precio vil: "Después de estar dos años y ocho meses detenida mi mamá pactó algo con gente de Aeronáutica. Pactó la venta del hotel a una cifra muy por debajo de la del mercado".
El testigo recordó que fue secuestrado el 6 de septiembre de 1977 y liberado el 15 de noviembre de 1983, tras permanecer desaparecido en los centros de la Brigada de Lanús, el COTI Martínez , la Brigada de Investigaciones de Quilmes, el Pozo de Banfield, y detenido a disposición del Poder Ejecutivo Nacional en las cárceles de Caseros, Devoto, Unidad 9 de La Plata y Trelew.
También explicó a los jueces Carlos Rozanski, Pablo Jantus y Pablo Vega que todo ese periplo lo contó como testigo en el Juicio a las Juntas (causa 13) y en el proceso que condenó al cura Christian von Wernich en 2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario