Ricardo Garzia, titular de la filial entrerriana de Mansilla de la Federación Agraria (FAA), apuntó que Eduardo Buzzi, presidente de esa entidad, "sobreactúa" llamando a un tractorazo "por el escándalo y bochorno que significa que se hayan suspendido las elecciones", en referencia al congreso de la entidad que debía elegir nuevas autoridades y fue suspendido por irregularidades por la Inspección General de Personas Jurídicas de Santa Fe.
"Buzzi está jugando abiertamente con el massiclarinismo y creo que la intención es dejar un candidato de su riñón, de poca estatura gremial, casi como para poner después la entidad en función de su proyecto”, señaló Garzia en declaraciones radiales.
“Me parece que podrá haber sido mas oportuno pedir un tractorazo hace cinco o seis meses que ahora, en contra de las cuestiones financieras que hay en la Argentina", expresó y enfatizóque “es una sobreactuación por el escándalo y bochorno de un congreso suspendido después de 100 años de historia”.
A su vez, Garzia señaló que "últimamente también ha primado su proyecto político partidario con Sergio Massa más que las cuestiones que hacen a lo que debería ser el Presidente o lo que históricamente fue un presidente de la Federación Agraria que se debe dedicar exclusivamente a las cuestiones gremiales y priorizarlas”.
En esa línea advirtió que al interior de la entidad "hay denuncias contra Buzzi" porque “tranquera adentro la manipulaciones de padrones, de la inclusión en el padrón en estos últimos años de filiales armadas como sello para aumentar su caudal de votos" y agregó que "para afuera de la entidad, la relación con las otras instituciones, como la Mesa de Enlace también hay que rediseñarla completamente”.
En relación a las elecciones expresó que “una semana antes del congreso anual nos encontramos con un padrón, entre comillas oficial, donde faltaban casi 80 entidades, que llamativamente eran en su mayoría de nuestra agrupación” de la oposición a Eduardo Buzzi.
A su vez, señaló que los meses anteriores al congreso anual “se dedicaron a decretar requisitos formales nuevos o requisitos formales que las filiales no podían cumplir, o requisitos formales que no fueron notificados que había que implementar en los libros de actas o en las asambleas de las filiales con lo cual nadie tenía tiempo de modificar las reglamentaciones”.
“Todas esas maniobras fueron lo que hicieron que encontraran la manera elegante de dejar gente -opositora- afuera del Congreso”, puntualizó Garzia.
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