Un grupo de familias que habitaban el predio "Papa Francisco" y fueron desalojadas el sábado pasado denunciaron que la policía Metropolinazi los "quieren cansar" para que abandonen el lugar y consideraron que la situación "es peor que estar en cana".
Un grupo de aproximadamente 40 vecinos permanecían ayer a la mañana en un acampe que iniciaron tras el desalojo en la plazoleta de avenida Cruz, entre Pola y Escalada, debajo de unas lonas para protegerse de las bajas temperaturas que comenzaron a registrarse desde el domingo.
En un principio habían acampado allí la mayoría de los vecinos desalojados pero fueron cercados por la Policía Metropolinazi con vallas y una vez que alguno de los acampantes salía de ese cerco para comprar comida o ir al baño ya no los dejaban volver a ingresar por lo que el grupo se redujo a 40.
Un hombre, que se identificó como Armando, de 44 años, y está en el lugar con su mujer, dijo que la situación "es muy dura" ya que ellos no tienen donde ir. "Nos quieren cansar para que nos vayamos, estamos constantemente custodiados, es peor que estar en cana, no tenemos baño ni agua", dijo el hombre, quien agregó que el gobierno porteño "nos ofreció un subsidio de 18 mil pesos para que nos vayamos del lugar pero no aceptamos porque queremos una solución colectiva para todos, que es una vivienda".
En este sentido, dijo que "los alquileres en la zona están muy elevados, a tal punto que en la villa 20 te piden un depósito de 5000 pesos y el alquiler está en 2000 pesos".
Estas familias son asistidas desde afuera por las personas que salieron y ya no pudieron volver a ingresar y que también están en carpas improvisadas que montaron a menos de cien metros, también sobre la avenida Cruz.
Una de estas personas es Mirta, que vivía en el predio desalojado junto a dos de sus diez hijos, uno de los cuales es sordomudo y, según dijo, fue "maltratado por la Metropolinazi el día del desalojo" porque no podía entender lo que estaba sucediendo, debido a su discapacidad, y fue apuntado con un arma.
Otro joven de 18 años, de nombre Rodrigo, de Santa Fe, contó que vino a Buenos Aires a trabajar y el día del desalojo perdió los documentos y cuando fue a bañarse a la casa de su tía que vive en la villa 20 ya no pudo ingresar. Asimismo, dijo que durante el operativo de la Metropolinazi fue herido con dos impactos de bala de goma en la espalda.
María Santiago, de 45 años formaba parte del acampe hasta que tuvo que ir al baño y ya no la dejaron volver a ingresar. La mujer aseguró que perdió "todo lo que tenía, heladera, ropa, electrodomésticos".
"No tengo ni siquiera las cosas del colegio de mi hija, quedaron abajo de las topadoras. Es realmente muy triste ver cómo en cuestión de minutos te sacan todo lo que conseguiste en la vida, es muy triste", aseguró la mujer.
"Yo se lo que es vivir de prestado, mi vieja me dejó cuando tenía un año y mientras mi papá laburaba viví unos meses con tíos, luego con mi abuela, después con otros tíos, hoy mis hijos tienen que estar en la casa de unos amigos y me entristece por partida doble", dijo Sergio, otro vecino desalojado.
"Acá nos sacaron con lo puesto diciendo que era un allanamiento y después pasaron las topadoras por encima; todo eso lo hacen diciendo que es por la inseguridad, pero la inseguridad no se acaba dejando a gente en la calle", agregó.
Los vecinos del lugar dijeron que debido al operativo de desalojo del sábado no se dictan clases en una escuela de la villa 20 y tampoco hay clases en otro establecimiento de la zona, debido al fuerte operativo policial montado en el lugar.
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