El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró ayer que el parito del jueves, promovido por sindicatos opositores, "tuvo una clara intención política y no de defensa de los puestos de trabajo" y señaló que "no fue ni general ni nacional" porque “los trabajadores saben que este es el gobierno que más los defiende”.
“El paro tuvo una clara intención política y no de defensa de los trabajadores. El paro no fue ni general, ni nacional, y el sistema productivo funcionó normalmente. El 75 por ciento de los gremios no adhirió y ese es un dato objetivo de la realidad”, dijo Capitanich en su habitual conferencia de prensa matutina en Casa de Gobierno y agregó que "es el gobierno el que realmente defiende a los trabajadores, a través de acciones como la recuperación del sistema previsional, la eliminación de las comisiones que hoy van para los jubilados y la promoción de la creación de fuentes de trabajo, entre otras medidas".
Para graficar la escasa adhesión al paro, Capitanich contó que el jueves a la tarde en su viaje a Santiago del Estero, por la ruta 34 y 89, fue “impresionante” la cantidad de camiones que transitaban, así como también los restaurantes que encontraron abiertos en la ciudad.
“El paro fue inexistente” y los dos principales referentes de la convocatoria, Hugo Moyano (camioneros) y Luis Barrionuevo (gastronómicos) “deberían preocuparse” porque sus trabajadores “o no les hacen caso” o “el paro no tuvo ningún impacto”.
Sostuvo también que “la evaluación previa al paro” que hizo el gobierno nacional “fue muy clara” y reiteró, respecto de los reclamos que los gremios opositores, que los trabajadores que pagan impuesto a las ganancias son “el 10,4 por ciento” y que el destino de esos fondos tiene “efecto redistributivo”, a través de programas solidarios como el dirigido a jóvenes de entre 18 y 25 años, la asignación universal por hijo, y los subsidios para pequeñas y medianas empresas.
“Los que pagan impuesto a las ganancias son los que más ganan”, reiteró, y agregó que en todo caso “es un debate abierto en una sociedad democrática”.
En respuesta a la seguridad pública, otro reclamo que llevó consigo la medida de fuerza, el jefe de Ministros recordó que esa es “una potestad no delegada” cuya jurisdicción recae en las provincias y no en el gobierno nacional.
Al referirse a la inflación, otro de los reclamos, Capitanich recordó que el índice de precios al consumidor “marca una tendencia decreciente desde enero” y que el gobierno “protege al consumidor de los grupos concentrados”.
Por último, Capitanich se refirió a los fondos buitre, y dijo que “Argentina lo que hace es defender su condición de país soberano” y ha demostrado que “tiene voluntad y capacidad de pago”.
Asimismo, dijo que le llamaba la atención que en Argentina los opositores políticos y gremiales “en vez de criticar las prácticas monopólicas, critiquen al gobierno” y tampoco reconozcan el efecto que tiene sobre la economía argentina “la menor tasa de crecimiento de otros países, que repercute en las exportaciones argentinas”.
“Nosotros, desde el gobierno, lo que hacemos es promover políticas destinadas al consumo popular, como incentivos para mantener la demanda agregada, estimular la inversión pública, el empleo, las inversiones y el consumo, pero no podemos hacer nada respecto a la demanda externa, porque eso depende de otros países”, concluyó.
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