Los datos surgen de un informe sobre el subterráneo porteño, elaborado por el legislador Pablo Ferreyra que analiza la transferencia de ese medio de transporte a la órbita de la Ciudad.
El informe, elaborado por el equipo de asesores del monobloque Izquierda Popular, precisó que desde la transferencia del subte al gobierno porteño, el 1 de enero de 2013, "la cantidad de usuarios se contrajo un 24 por ciento, lo que evidencia que el servicio resulta actualmente más inaccesible para la mayoría de la población producto del aumento de tarifa más importante en 20 años".
Al respecto, Ferreyra sostuvo que el aumento y la caída de pasajeros "demuestra que el PRO busca que los usuarios paguen los 300 millones de pesos que el gobierno nacional destinó durante años a servicio de subte, generando un medio de transporte excluyente".
Si bien Ferreyra reconoció que el subte es un servicio deficitario, opinó que "no se puede evaluar todo desde una perspectiva empresarial. Un servicio como este cumple una función social importante, permitiendo la movilidad de la población y la conexión de diferentes zonas de la ciudad, que es un valor en sí mismo".
Según los número publicados por Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), bajo la concesión de Metrovías y la administración del gobierno nacional, la variación tarifaria durante el período 1994-2011 acumuló un 144%.
A partir de 2011, la tarifa se incrementó un 127 % durante el primer año, y un 40% durante 2013 y si se considera el nuevo aumento que se pondrá a partir de marzo del 2014, el incremento será de 309% acumulados en menos de tres años de gestión macrista.
Otro de las medidas cuestionadas en el trabajo, es el nuevo cuadro tarifario propuesto por el macrismo que entrará en vigencia en el mes de marzo y que lleva el boleto básico a 4,5 pesos.
Si bien, la nueva tarifa incluye precios diferenciales según la cantidad de viaje que realicen los pasajeros, el trabajo de Izquierda Popular afirma que se trata de un "tarifazo disfrazado", ya que SBASE toma como valor de referencia una tarifa técnica de $ 7,47.
Este valor de referencia fue cuestionado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA), que la consideró incorrecto dado que para calcularlo, se tomaron costos que no se deberían incluir como "gastos de mantenimiento y depreciación del material rodante e infraestructura".
Para la AGCBA, los "gastos de mantenimiento" y "depreciación" no deben incluirse en el trazo tarifario ya que, los primeros están subsidiados por el gobierno porteño, y los segundos no constituyen gasto alguno para la concesionaria.
El organismo de control concluye que tomando diferentes estructuras de costos, la tarifa técnica debería ser $ 4,89, $5,16 o $5,65, y por tanto el reajuste propuesto no debería llegar a los $ 4,5.
Según el informe, otro de los problemas centrales del transporte en la Ciudad está vinculado con la subejecución del presupuesto asignado al sector y la existencia de "partidas que luego no se traducen en inversiones concretas y poco se sabe del destino de las mismas".
Uno de los datos más contundentes, afirma que "al tercer trimestre del 2013 destinados a 'Expansión y Ampliación de la Red de Subterráneo', el porcentaje de ejecución fue tan sólo del 16%".
En paralelo, en 2010 el gobierno porteño se endeudó por 475 millones de dólares para la realización de obras en tres líneas del subte, pero "el dinero no se pudo utilizar para tal fin, ya que SBASE informó que no estaban preparados los pliegos de licitación".
Ferreyra indicó que "esta situación no sorprende. Durante la campaña propusieron hacer 10 kilómetros se subte por años, y hoy a luego de 6 años de gestión, hay 10 kilómetros inaugurados, de los sólo 2 fueron realizados íntegramente por el macrismo".
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