Es a través de la Conferencia Episcopal, que convocó para el 7 de diciembre, con el fin de pedir por el fin de "la perversa y devastadora fuerza de las drogas".
La Conferencia Episcopal Argentina convocó a una jornada de ayuno y oración para el 7 de diciembre próximo, donde, según comunicaron, se hará un llamado para que "Dios Padre mueva y sostenga los corazones y las voluntades de quienes tienen en sus manos la responsabilidad de los recursos de la ley, para frenar la perversa y devastadora fuerza de las drogas".
Los religiosos señalaron en su escrito que se pedirá también por la construcción de "una cultura del encuentro y la solidaridad, como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna" y por la conversión de los narcotraficantes.
El 7 de diciembre coincide con el primer sábado de Adviento. Ese día, en las diócesis del país, catedrales y santuarios, en parroquias y capillas, "se celebrará la Santa Misa por esta intención, recordando especialmente a los enfermos, a sus familiares y a los fallecidos por causa de este flagelo".
El viernes último, en un escrito titulado "El drama del narcotráfico y la droga", la Conferencia Episcopal Argentina emitió un duro documento que apunta a la política y a la sociedad.
Asimismo, lamentaron que todavía no haya sido nombrado el reemplazante de Rafael Bielsa en el Sedronar, organismo que instrumenta políticas en este tema.
Para la Iglesia, la Argentina está a punto de entrar en una situación de "difícil retorno" y pidió abogar por un amplio consenso entre todos los sectores para actuar con inmediatez.
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