La titular del organismo de derechos humanos afirmó que Francisco "nunca habló de nuestros desaparecidos ni de los nietos que estamos buscando" y expresó su deseo de que el pontífice argentino las reciba próximamente.
La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, afirmó ayer el papa Francisco "nunca habló de nuestros desaparecidos ni de los nietos que estamos buscando" y expresó su deseo de que el pontífice argentino las reciba próximamente y "haga un gesto" en favor de su trabajo en la búsqueda de los nietos apropiados durante la dictadura militar.
"Siempre tuvimos ganas de hablar con él. Esperábamos que nos convocara como máximo exponente de nuestra iglesia en Argentina. Pero nunca nos llamó, y lo digo con dolor, y para que se revierta, no para condenar. Nunca habló de nuestros desaparecidos ni de los nietos que estamos buscando", dijo Carlotto.
En ese sentido, la titular de Abuelas expresó su deseo de que "cuando el papa venga a la Argentina o antes, podemos viajar, conversar y darnos la mano que nunca nos dimos".
"Tenemos confianza en él. Le deseamos lo mejor, que el Espíritu Santo lo ilumine y sea el papa que espera el mundo, y esperamos también que haga un gesto por este tema y esperamos ser recibidas por él", agregó.
En ese sentido, señaló que desde las Abuelas "no cambiamos nuestro discurso según la ocasión" y destacó que Jorge Bergoglio "es argentino, lo cual nos da una inmensa satisfacción, nos pone contentas, ya que es bueno para Argentina y para Latinoamérica que sea papa un hombre que vivió, sufrió y fue feliz en esta tierra, porque va a saber lo que necesitamos desde la iglesia".
Sobre el acto del domingo, en recuerdo de un nuevo aniversario del golpe de 1976, Carlotto destacó la presencia de "tantos jóvenes y familias", del ex juez español Baltasar Garzón "que marchó a la par de todos" y, en especial, remarcó la presencia de magistrados y representantes de la justicia "junto a quienes estamos tratando de modificar la constitución del poder judicial".
En ese marco, dijo que "hay que gente dentro del poder judicial que todavía responde a ese pasado terrorífico, demora causas y pone trabas para que las cosas no se resuelvan en tiempo y forma".
Carlotto indicó que esas personas "han sido cómplices, negando hábeas corpus, archivando causas, condenando y apropiándose de nuestros nietos, porque hubo jueces que los entregaron sabiendo que sus familias los estaban buscando".
Por último, destacó la "lucha inclaudicable y visible" de las Abuelas y los organismos de derechos humanos.
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