miércoles, 25 de octubre de 2017

El juez Gustavo Lleral desmintió la opereta de la declaración del "testigo E": “No recibí ningún dato certero para hacer el rastrillaje"

EL JUEZ QUE INVESTIGA LA DESAPARICIÓN Y MUERTE DE SANTIAGO MALDONADO DESMINTIÓ QUE UN TESTIGO HAYA APORTADO DATOS PARA REALIZAR EL RASTRILLAJE EN EL CUAL SE ENCONTRÓ EL CUERPO DEL JOVEN. "SI HUBIESE TENIDO UN DATO CERTERO, NO HABRÍA PUESTO EN RIESGO A LOS BOMBEROS NI A LOS PREFECTOS, LO HABRÍA IDO A BUSCAR DIRECTAMENTE”, ASEVERÓ.

El juez Gustavo Lleral desmintió la existencia de una declaración del llamado "testigo E", como así también que haya habido llamado alguno que aportara información clave para realizar el rastrillaje que finalizó con el hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado. 

“No declaró ningún 'testigo E' ni de ninguna otra letra del abecedario. Tampoco recibí ningún dato certero para hacer el rastrillaje”, explicó el magistrado, quien reasumió la investigación por la desaparición forzada del joven, delegada hasta hace unas horas en la fiscal Silvina Avila.

La decisión de Lleral de retormar el expediente 8232, en el que se investigan los hechos que desembocaron en la muerte de Santiago Maldonado marca un nuevo rumbo. En la cédula de notificación, el magistrado sostuvo que el expediente había sido delegado “sin razón alguna”.

Lleral explicó que en las declaraciones tomadas a los integrantes de la Pu Lof por el ex juez de la causa, Guido Otranto, “no fueron repreguntadas debidamente”. No hubo voluntad de hacerlo. Ni Otranto ni la fiscal Avila fueron muy adeptos de creer en los testimonios de la comunidad.

“Se comprende todo el contexto. Estamos ante un hecho grave. Tenemos que investigar hechos, la existencia de esos hechos, quiénes los cometieron y ver si esas acciones fueron un delito”, aseveró el magistrado.

El contexto de la muerte de Santiago Maldonado es la represión del 1º de agosto, cuando la Gendarmería ingresó a la Pu Lof sin orden judicial y con un pedido explícito de Pablo Escola, a cargo del operativo, de “apresar manifestantes”, tal cual quedó claro en varias declaraciones testimoniales de los uniformados.

La última imagen con vida de Santiago Maldonado fue tomada por la propia Gendarmería, a las 11.32, huyendo de los disparos de esa fuerza. A las 11.33 se inició la cacería dentro del predio y 11.40 se lo ve al gendarme Emmanuel Echazú saliendo de la costa del río, con su rostro lastimado y la escopeta en la mano.

El testimonio de Matías Santana sigue siendo clave. Él graficó el último lugar donde lo ven con vida a Santiago, explicó que primero intentó meterse en el río y luego volvió a la orilla, y cuando lo hizo, vio que detrás estaban los gendarmes disparando y tirando piedras. De hecho, el chofer de la Ford Ranger OLW 237, Martín Ahumada, se bajó de su vehículo y gritó “¡quédate quieto!”, según sostuvo en su testimonial.

Desde el primer momento, el régimen macrifascista sembró pistas falsas, como la del “puestero de Epuyen”, introducida por Gonzalo Cané, secretario Coordinador de los Poderes Judiciales o la supuesta declaración del "testigo E" o el llamado misterioso que habría aportados datos claves. Lleral desmintió las versiones difundidas por algunos medios hegemónicos y avaladas por el régimen. “No declaró ningún 'testigo E' ni de ninguna otra letra del abecedario. Tampoco recibí ningún dato certero para hacer el rastrillaje. Si hubiese tenido un dato certero no habría puesto en riesgo a los bomberos ni los prefectos, lo habría ido a buscar directamente”, aseveró Lleral de manera contundente.

La resolución del rastrillaje se tomó, según precisó el juez, en base a la recomendación de un prefecto. Esta decisión quedó plasmada en la resolución del magistrado firmada el 13 de octubre.

Consultado sobre si las pistas falsas introducidas por el régimen, como así también las versiones sobre el "testigo E", no entorpecieron la investigación, Lleral respondió que “en el hábeas corpus tomé la decisión de que todo organismo del Estado, incluido el Ministerio de Seguridad, sólo debía informarme a mí y no que el juez tuviera que informarles a ellos. Por eso dispuse que la Gendarmería no fuera parte de este expediente".

Si bien el apartamiento de la Gendarmería en la causa del hábeas corpus había sido informado a las partes el 13 de octubre, en el momento en que Echazú realizó su presentación espontánea, dicha fuerza volvió a tener acceso al expediente. “No hay que asustarse”, sostuvo Lleral, quien en varias oportunidades le manifestó a los integrantes de la Pu Lof que en este caso se juega mucho más que una carrera judicial.

Fuente: nota de Sebastián Premici, desde Esquel, para Página/12

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