El falso sueldo de Vidal dejó al descubierto un escándalo mayor: $360 millones para "asesores"

DESDE HACE DÍAS CIRCULA UNA DENUNCIA QUE SEÑALA A LA GOBERNADORA BONAERENSE POR COBRAR UN SALARIO DE $525.000. SI BIEN LA INFORMACIÓN ES INEXACTA, ABRIÓ LA PUERTA A UNA OSCURA ASIGNACIÓN PRESUPUESTARIA.

La información era confusa. De repente, una denuncia se viralizó y fue publicada por varios medios. Esa denuncia decía que la gobernadora fascista de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, se había aumentado el sueldo a $ 525.000 mensuales, fuera de toda proporción con los funcionarios a nivel nacional, con otras provincias y con la prudencia presupuestaria que dice practicar.

Al leer el famoso decreto 1278, de octubre de 2016, y del cual solo se publicó en su momento una versión resumida en el Boletín Oficial, surgía el error de interpretación de los denunciantes: esa suma de $ 525.000 mensuales (que para los ministros y secretarios llegaba a $ 437.500 y para los subsecretarios a $ 350.000) no era el sueldo, sino el dinero que disponen mensualmente para pagar sueldos de asesores.

Hasta aquí, la aclaración podría tomarse como un alivio para el régimen provincial. Sin embargo, si se suman a la gobernadora, los 14 ministros, seis secretarios y 60 subsecretarios, se llega a una conclusión aún más grave: la administración de Vidal dispone de $ 30.275.000 por mes para asesores, lo cual representa nada menos que $ 363.300.000 por año.

Esta suma, para nada despreciable, se agrega al presupuesto habitual de la planta de empleados públicos provinciales. "De alguna manera, los separan de todo el resto de los funcionarios que garantizan la gestión, en conjunto con los demás trabajadores de la provincia”, explicó Martín Fontela, integrante del equipo de investigación del Instituto de Estudios sobre Estado y Participación (IDEP), que pertenece a ATE provincia.

El decreto 1278, enmarcado en la Ley de Emergencia Administrativa, burla así el límite estipulado por la Ley 10.430, de tres asesores para la gobernadora, tres para cada uno de sus ministros y secretarios y dos para los subsecretarios. A su vez, los sueldos de los asesores estaban ajustados a la jerarquía de funcionarios para los que trabajaban, que eran de menor rango que los que estipula el decreto de Vidal, por lo cual los asesores ganaban mucho menos.