EL FLAMANTE MINISTRO DE HACIENDA ADELANTÓ QUE SON UNA PRIORIDAD PARA EL PRIMER AÑO DE SU GESTIÓN. ASIMISMO, PROMETIÓ UNA REFORMA Y SE MOSTRÓ TAMBIÉN PREOCUPADO POR EL IVA E INGRESOS BRUTOS.
El plan en el Ministerio de Hacienda parece ya trazado. Nicolás Dujovne sabe que deberá desenvolverse con un margen demasiado estrecho, limitado tanto por decisiones políticas como por las restricciones que impone la grave situación fiscal de la Argentina y que en este contexto tendrá llevar adelante las medidas encomendadas para implementar como prioridad en su primer año de gestión.
En una rueda de prensa que mantuvo con medios gráficos, el nuevo funcionario no dudó en ubicar en el tope de esta lista una baja de los impuestos al trabajo e incluir, inmediatamente después, la revisión de otros gravámenes que considera poco "productivos", como el IVA, y otros distorsivos, como el impuesto al cheque y a los ingresos brutos.
"Me preocupa mucho el impacto que tienen los impuestos al trabajo. Los ingresos de los que trabajan en el sector informal de la economía son la mitad de los que lo hacen en el sector formal. Y esto sin contar que los primeros no tienen protección en caso de despido, ni tienen obra social. Éste un objetivo importantísimo: una reforma tributaria que incorpore más trabajadores al sistema formal, por motivos de equidad y de aumentar la base de recaudación", comentó Dujovne.
El ministro cree que los aportes patronales que deben hacerse al Estado por cada trabajador son altos con respecto a los niveles que se registran en el resto del mundo y explican, en parte, por qué la Argentina tiene hoy 35% de empleo negro. Se resistió a dar precisiones y prefirió las definiciones conceptuales.
Baja de impuestos
¿Es posible una baja del IVA?, le consultaron y el ministro no lo negó, pero dijo que "el IVA tiene una productividad muy baja: con una alícuota de 21 puntos porcentuales hoy se recauda menos de 10% del Producto Bruto Interno (PBI). Esa relación es de las más bajas que existen en el mundo. Esto es así, primero, porque al tener una alícuota tan alta genera evasión; y segundo, porque tiene muchos agujeros y supone mucho gasto tributario. Son cosas que vamos a ir mirando".
Para completar su lista, definió el impuesto al cheque como "un enorme incentivo a la informalidad" y a los ingresos brutos como "un problema muy grande para la economía argentina". El trabajo para aliviar a la economía en estas distorsiones estará coordinado con las provincias, a través del Ministerio del Interior. "Técnicamente las provincias se han financiado con impuesto a los activos, como el impuesto inmobiliario", opinó.
Amistad con el Central
La nueva gestión mostrará un cambio abrupto en la relación con el Banco Central. Dujovne habla ahora de una "colaboración en la lucha antiinflacionaria" que contrasta con las tensiones que se reflejaban hasta ahora entre Federico Sturzenegger y Alfonso Prat el Gay.
"El Central es independiente y nosotros tenemos que dar una política coherente con sus objetivos. Hay algunas decisiones, en las que participamos nosotros, que influyen sobre la baja inflación: en el largo plazo, menos déficit y más prudencia en el gasto tiene consecuencias macroeconómicas; y en el corto plazo, podemos opinar cómo ir distribuyendo el ritmo de normalización de algunos precios relativos", comentó. Estos ritmos tienen impactos fiscales, pero, también, sobre la inflación.
¿Vuelve el FMI?
Dujovne aclaró que, hace un mes, sólo había contemplado la opción de tomar un préstamo del FMI para el caso de que se complicara la situación financiera internacional, pero que eso no sucedió.
"En las últimas semanas, después del sacudón pos-Trump, la liquidez volvió a ser fluida. Las tasas de largo plazo, que habían subido, han vuelto a los mismos niveles pre-Trump; y las del tramo corto hasta se han reducido. La liquidez ha vuelto a los mercados. Por eso pensamos que vamos a poder completar nuestro programa financiero en el mercado", aclaró.
El dólar bajo
Por último, el nuevo ministro de Hacienda minimizó los efectos de la caída del dólar en el mercado local. "Si una cosa puede hacer el Gobierno por el tipo de cambio real en el largo plazo es tener un nivel de déficit bajo. Vamos a trabajar para eso, pero nuestro punto de partida es éste", concluyó.
Fuente: nota de Ignacio Olivera Doll para Ámbito.com
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