"HEIDI" APUESTA A LIMITAR SU INTERVENCIÓN EN LA PELEA NACIONAL, PARA PRESERVAR LA GOBERNABILIDAD EN LA PROVINCIA.
Será una apuesta al equilibrio. María Eugenia Vidal buscará defender a Mugrizio Macri sin atacar al peronismo. Todo en plena crisis por la discusión en el Senado del proyecto de reforma de Ganancias.
Es que la furia del ex hijastro de Flavia Palmiero con el vende humo Sergio Massa y el peronismo no tiene por ahora su impacto directo en la provincia de Buenos Aires. La gobernadora cuida al detalles sus declaraciones y si bien cuestiona el proyecto que impuso el Frente Rejuntador y el peronismo en Diputados, no elige nombres propios al momento de bajar críticas.
Vidal prioriza la gobernabilidad e intenta que la pelea a nivel nacional no tenga efecto en la Legislatura bonaerense donde esta semana el oficialismo buscará aprobar el presupuesto. El escenario es complejo: La mandataria bonaerense ya tiene los votos de Massa pero necesita de un sector del peronismo para llegar a los dos tercios que requieren el endeudamiento y la reforma impositiva. De manera transversal, a esa negociación se le suma la discusión para renovar las autoridades de la cámara baja.
Vidal hizo una fuerte defensa de Macri en una entrevista con el pasquín oficialista Clarín publicada ayer. El proyecto de reforma de Ganancias de la oposición “es un retroceso”, dijo y agregó que “me parece poco responsable y poco serio resolver en doce meses una inequidad que no se resolvió en muchos años”.
En la misma entrevista tuvo que defender sus políticas de seducción hacia figuras del PJ. Es que en la misma semana en la que el régimen macrifascista disparaba su furia contra el peronismo, Vidal festejaba la incorporación del intendente de Castelli, Francisco Echarren. El alcalde era hasta hace pocas semanas un kirchnerista de paladar negro. Incluso el año pasado anunció que un barrió de su distrito llevaría el nombre de Julio De Vido.
“No lo pondría en términos de peronismo o antiperonismo”, dijo Vidal a Clarín. “Yo lo que priorizo (en el gabinete) es que sean personas valiosas para el equipo. Pero el Presidente, como cada gobernador, tiene derecho a armar el equipo que mejor le parezca”, agregó.
Fuentes de la alianza de derecha Cambiemos sostienen que la gobernadora va a buscar mantenerse al margen de la pelea entre Macri y el peronismo. La estrategia será llevar algunos temas a la orbita nacional -como la entrevista de ayer con el pasquín envuelve huevos- y en otros casos demostrará gestión respaldándose en la provincia. El desafío es dificil.
Por lo pronto, las declaraciones del sábado de Insaurralde movieron el avispero. El líder de Lomas de Zamora cruzó fuerte a Macri. "La única capacidad de Macri es mentir", dijo. La cuestión es determinar si el mensaje tenía como destino al infeliz o si también incluía a la gobernadora. Por lo pronto, los voceros de Vidal se desentienden de una posible inclusión en esa diatriba.
Ese punto no es menor en los operadores Vidal. Insaurralde es uno de los líderes del Grupo Esmeralda, el armado de intendentes que podría garantizar el presupuesto (y el endeudamiento) bonaerense. Claro que en ese armado de alcaldes hay diferencias respecto de la cercanía al gobierno provincial. Eduardo Bucca (Bolívar) y Juan Pablo De Jesús (Partido de la Costa) son los más cercanos a Vidal. Insaurralde también está muy cerca pero mantiene algunas diferencias. De otro lado, con una postura más dura aparece Gabriel Katopodis (San Martín).
Un referente de Florencio Randazzo aseguró que la embestida de Insaurralde a Macri de las últimas horas también debe leerse como una forma de posicionamiento interno del peronismo.
Con todo, si el miércoles Vidal consigue el presupuesto, sumará otro logro a su gestión quizás tan importante como el sorprendente acuerdo que consiguió la semana pasada con los estatales. Pero si el peronismo fuerza la votación una semana más, todo entrará en carriles más resbaladizos.
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