A PESAR DE QUE LA DENUNCIA DEL PUTAÑERO Y CORRUPRO FISCAL FALLECIDO CONTRA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER Y OTROS FUNCIONARIOS DE SU GOBIERNO HABÍA SIDO DESESTIMADA EN FORMA CONTUNDENTE EN TODAS LAS INSTANCIAS, LA CÁMARA FEDERAL DE CASACIÓN PENAL HIZO LUGAR AL PEDIDO DE LA DAIA.
La Sala I de la Cámara Federal de Casación resolvió ayer la insólita reapertura de la denuncia que el putañero fallecido titular de la UFI-AMIA Alberto Nisman había formulado en enero de 2015 contra Cristina Kirchner y ex funcionarios de su gobierno, y que había sido desestimada por un juez de primera instancia y la Cámara Federal.
La decisión fue tomada por los camaristas Ana María Figueroa, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, quienes hicieron lugar a un planteo de organizaciones como la DAIA, que insisten en investigar si la gestión de CFK encubrió a los iraníes imputados por el atentado contra la AMIA mediante la firma de un Memorándum con Teherán, que nunca entró en vigencia por no haber sido puesto en práctica por ambas partes.
El juez federal Daniel Rafecas había desestimado esa denuncia en un contundente fallo que fue una de las bases sobre las cuales, tiempo después, la Sala I de la Cámara Federal rechazó también la reapertura del caso encabezada por el fiscal Germán Moldes y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina.
Nisman había presentado esa denuncia contra la presidenta en funciones, su entonces canciller Héctor Timerman y contra los dirigentes Luis D’Elía y Fernando Esteche el 14 de enero del 2015, cuatro días antes de ser hallado muerto en su departamento de Puerto Madero.
En su rechazo a la investigación planteada por Nisman, Rafecas afirmó que esa denuncia indicaba la presunta existencia de un delito que no se había cometido, no solo porque el Memorándum no fue ratificado por ambos países sino también porque la Cámara lo había declarado inconstitucional. Tampoco se habían dado de baja las alertas rojas que Interpol había puesto sobre los imputados, tal como lo anunciaba el escrito del fiscal fallecido.
Cuando Moldes presentó el pedido de reapertura de esa causa, los jueces Eduardo Freiler y Jorge Ballesteros, de la Sala I de la Cámara Federal, respondieron con un duro fallo en que criticaron al fiscal por haber mostrado en su apelación un “desprecio por las formas procesales sustanciales cuyo respecto paradójicamente demanda”.
Sin embargo, con el cambio de gobierno, algunos fiscales federales, la dirigencia de la DAIA y algunos dirigentes políticos volvieron a la carga con el tema al sostener que tenían “nuevas pruebas” en la causa.
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